Deseos 2011

En lo personal, salud para los míos y que –al menos– el nuevo sea igual que el anterior. Para España, que se supere cuanto antes la crisis económica, que se ponga raciocinio en el galimatías de las Comunidades Autónomas y que sigamos orgullosos de sentirnos españoles por Cervantes, Llull, Velázquez, Ramón y Cajal, Albéniz… y por los deportistas españoles.

Para mis atribulados compatriotas, trabajo, el fin del terrorismo y que podamos recobrar el espíritu de la Transición. Para mis amigos, que pueda seguir disfrutando de su cariño y, para los que no están bien de salud, que la recuperen. Para la renta de este año, que se incluya una casilla para los sindicatos, al igual que tienen la Iglesia y las ONG.

Para los diputados y senadores, que anulen sus privilegios en cuanto a las pensiones, que tengan el mismo trato que el resto de los españoles y, al igual que se ha abierto debate sobre el asunto de que el Presidente del Gobierno (perdón, presidente del gobierno, según la nueva Ortografía) no pueda estar más de dos legislaturas, que se piense lo mismo para diputados y senadores, así, con la renovación cada ocho años, habría más gente que podría trabajar al menos una vez en su vida.

Para mi periódico, que llegue a centenario y que cada insulto a Alfonso Ussía le proporcione un año más de vida y de frescura intelectual a este maestro de la pluma. Y para el doctor Francisco Rubio, hoy felizmente retirado, que introdujo en España la epidural, que sigamos disfrutando de su sabiduría, de sus principios éticos y morales, de su maravilloso buen mal genio y de su ejemplo como persona íntegra que tanta falta nos hace con la que está cayendo. ¡Feliz año! A todos (genérico masculino para ambos sexos).