Japón

ANÁLISIS Un falso mito

La Razón
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¿Hay que desterrar el mito del español aficionado a la siesta?
–Lo de que la siesta sólo es propiedad de los latinos y los españoles es una falacia. Es algo que se practica en todo el mundo. Ahí está el ejemplo de Winston Churchill, cuyas siestas eran célebres y no era precisamente hispano. De todas formas, la siesta es hoy en día un privilegio, debido sobre todo a una vida que depende de las condiciones laborales. Se calcula que el porcentaje mundial de gente que se echa la siesta está en torno al 10 por ciento. Y, concretamente en el caso de España, parece que hemos adaptado el horario europeo para algunas cosas pero no para otras: perdemos entre media hora y una hora diario de sueño al día. Mientras, en países como Japón, se facilita que los empleados descansen.

¿Se trata de un hábito no del todo bien aceptado?

–Tiene muy mala prensa. La gente suele asociar dormir poco con trabajar mucho. Y hacen mal.

Además de las enfermedades asociadas a la falta de sueño, ¿cuáles serían otros de los «daños colaterales»?
–Se trata también de una de las mayores causas de accidentes laborales y de tráfico. Los efectos de haber descansado poco son más determinantes que los posibles fallos mecánicos de un vehículo. Se cree que, en cerca de un 20 por ciento de los accidentes, el conductor se había quedado dormido.