Coalición Canaria

Se repite la UCD

La Razón
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Ya no hay margen para más quinielas, ni siquiera para más comentarios. Estamos ante la caída de un Gobierno, ante la agonía de un Ejecutivo que tiene los días contados. La única decisión que está en las manos de Zapatero es la de agotar la Legislatura o por el contrario el adelanto de las generales.
Nadie duda de que el presidente del Gobierno quiere aguantar hasta el final. Así lo ha dicho en repetidas ocasiones y así se han manifestado aquellos dirigentes socialistas cercanos al todavía secretario general. Estas preferencias de Zapatero se contraponen cada vez con más virulencia con el entorno de Pérez Rubalcaba que apuesta por un adelanto electoral justificando que el paso del tiempo lo que puede hacer es desangrar las expectativas electorales socialistas. Y en esas están.
Es verdad, que en estos últimos días las presiones sobre Rodríguez Zapatero son cada vez más fuertes y más importantes. Utilizando, incluso algunos medios de comunicación, desde dentro del PSOE, para crear un ambiente de inestabilidad política en el propio Gobierno. Estamos asistiendo a una guerra interna, a una provocación interna al estilo de la Unión del Centro Democrático. Como en el final de la UCD, ahora se repite la historia.
Desde dentro, muchos de los que han acompañado de cerca a Zapatero en estas dos legislaturas son los que quieren quitarse ahora del medio al presidente del Gobierno. La guerra no ha terminado y se está librando en términos internos. Primero quisieron quitar a Zapatero la Secretaría General para dejar a Rubalcaba como líder único por encima del bien y del mal. Fallida esa jugada ahora se centra todo en el adelanto electoral en otoño propiciando así un Congreso Federal después de las elecciones generales. En definitiva lo que se está buscando es la caída de José Luis Rodríguez Zapatero desde dentro. Zapatero no se quiere ir, pero cada vez le aprietan más; le acorralan más; le buscan más las cosquillas pensando que va a tirar la toalla. Y los que conocen bien al actual presidente del Gobierno piensan que no lo va a hacer fácilmente.
A estas alturas, lo único que puede precipitar las elecciones generales es la incapacidad del Gobierno de llegar a acuerdos con los nacionalistas para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Si el Ejecutivo no consigue apoyos suficientes para las cuentas del Reino, ahí sí que Zapatero no podría permitirse el lujo de seguir con unos Presupuestos prorrogados en plena crisis económica y con Bruselas en permanente vigilancia.
Esto no ha terminado. Queda todavía mucha cuerda. Zapatero está cada vez más solo, pero al mismo tiempo es el único que puede abrir el grifo. ¡El único! Y es que la historia se repite; como hace años, ahora en el PSOE se vive la historia de la UCD. Y no son los adversarios políticos los empeñados en cargarse al líder; son los propios colegas de partido. Y eso es verdad, acaba con la paciencia de cualquiera.