Nueva York
EEUU niega un nuevo vertido en el golfo de México
La empresa propietaria asegura que no se ha derramado crudo / La cercanía de huracanes pone en alerta la zona
Fuentes oficiales de Estados Unidos y de la compañía Mariner Energy han confirmado que por el momento no hay indicios que apunten a un nuevo vertido en el golfo de México a causa del incendio registrado en una plataforma petrolífera 'Vermilion 380'.
La empresa había informado anteriormente de la existencia de una mancha de crudo de 30 metros de ancho y más de kilómetro y medio de largo, pero el capitán de la Guardia Costera Peter Troedsson dijo después que los barcos y aviones destinados a la zona "no pueden ver ninguna mancha", informó 'The Washington Post'.
Patrick Cassidy, de Mariner Energy, suscribió esta versión al señalar que en una primera inspección aérea sobre las instalaciones "no se contempló ningún vertido de petróleo sobre el agua". Durante la semana pasada la 'Vermilion 380', a unos 148 kilómetros al sur de la bahía Vermilion, extrajo petróleo a un nivel de 1.400 barriles de petróleo y 260.514 metros cúbicos de gas al día.
Esta mañana los helicópteros de la Guardia Costera sobrevolarán e inspeccionarán el área que rodea a la plataforma, ha anunciado una portavoz de este organismo público.
El incidente de la plataforma provocó un fuego que Jindal dio prácticamente por extinguido en el momento de su comparecencia. Marine Energy ha confirmado que los 13 trabajadores que había en las instalaciones en el momento de la deflagración se encuentran en buen estado.
Riesgo por los huracanes
Durante los últimos días los equipos de emergencia de EE UU han seguido de cerca la evolución del huracán Earl, de categoría 3, en previsión de llevar a cabo unas correctas labores de evacuación para evitar caer en los errores del Katrina.
Sin embargo, el director de la Agencia Federal de Emergencia, Craig Fugate, ha tenido que contestar a una misma pregunta realizada en diferentes ocasiones por el equipo de Obama, políticos, periodistas y estadounidenses. ¿Qué pasaría si Earl, que avanza desde el norte, alcanzase la plataforma de British Petroleum? Graig no ha ocultado que ya pensó en esa posibilidad, pero siempre ha contestado que la tubería se volvería a romper otra vez y simplemente elevaría el coste de las labores limpieza. A su juicio, la situación no cambiaría demasiado. Pero ayer la Casa Blanca recibió un informe inesperado: otra plataforma petrolífera explotó a unos 130 kilómetros de donde lo hizo el pasado 20 abril la de BP en la Costa del Golfo de México.
Así las cosas, parece que a Barack Obama se le empiezan a acumular las catástrofes en esta costa que tiene visos de convertirse en un lugar maldito para su administración.
Combinación peligrosa
Mientras la tormenta alcanzó ayer unas dimensiones de casi el tramaño de la Península Ibérica, los servicios de emergencia desviaban su atención a la gran pregunta, tras conocer la nueva explosión de la plataforma: ¿hay derrame de petróleo? En un principio no. A Patrick Cassidy, el portavoz de la empresa propietaria del pozo, Mariner Energy, le faltó tiempo para indicar de forma inmediata que no se estaba extrayendo petróleo en ese momento. «No tenemos ninguna información que indique que haya crudo en el mar», aclaró.
Cuando tuvo lugar este nuevo accidente había 13 personas trabajando. Todos saltaron al agua con chalecos salvavidas. Según la Guardia Costera estadounidense, que los trasladó a una plataforma vecina, sólo hay un herido y el resto se encuentra en perfectas condiciones.
El fantasma de BP
Este nuevo accidente se ha producido en la plataforma Vermilion 380, a 145 kilómetros al sur de la bahía homónima de Luisiana.
De esta forma, la sombra del desastre de BP vuelve a planear sobre la administración Obama. Este gobierno tuvo que declarar «catástrofe nacional» el último accidente petrolero de finales de abril a consecuencia del vertido derramado sobre el Golfo de México; fue el mayor desastre ecológico de la historia del país. El escándalo llevó a los ejecutivos de British Petroleum a declarar ante una comisión en el Congreso en Washington, frente a los legisladores del Senado.
Asimismo, la nueva tragedia no sólo se ha dejado sentir en la costa de Luisiana, sino también en el Despacho Oval de la Casa Blanca, al que el anterior desastre ya pasó factura. Barack Obama ha visto cómo sus índices de popularidad han descendido de forma paulatina pero vertiginosa este verano, entre otras cosas, por el descontento de los votantes norteamericanos ante su gestión de la tragedia de British Petroleum.
Un verano «negro» para el Golfo de México
La explosión de la plataforma petrolífera de Mariner Energy ha sorprendido a las costas del Golfo de México, aún sobrecogidas por el mayor vertido de la historia de EE UU. La plataforma de British Petroleum que se se hundió el pasado abril liberó casi cinco millones de barriles de petróleo en el océano y el 25 por ciento del crudo permanece aún en el agua. Precisamente ayer era el día previsto por BP para retirar el tapón de cemento que contuvo el pozo averiado, una compleja operación que se ha retrasado por las malas condiciones meteorológicas.
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