La lucha por el poder del PSPV

VALENCIA- «Lo que nos une es mucho más de lo que nos separa. Todo somos socialistas». Esta es la frase que los aspirantes a liderar el PSPV parece que se han grabado a fuego en la memoria y repiten automáticamente en cuanto tienen ocasión. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y, como bien señala el refrán, la formación política se enfrenta a su Congreso Nacional con una fuerte división interna.

Son cuatro los candidatos dispuestos a ocupar el sillón de secretario general durante los próximos cuatro años, aunque todo apunta a que finalmente los socialistas tendrán que elegir entre dos: el actual secretario general y síndic en les Corts, Jorge Alarte, y el alcalde de Morella y diputado en el Congreso, Ximo Puig, ya que son los que más apoyo tienen. Los socialistas Manuel Mata y Francesc Romeu, a pesar de que insisten en que conseguirán el 20 por ciento de avales necesarios para presentar candidatura oficial, lucharán por ser esa tercera vía.

Este es el escenario que se prevé para el cónclave socialista si no se cumplen los deseos de Alarte, quien apuesta, casi como única opción para revalidar el cargo, por negociar y protagonizar un Congreso «de unidad». Alarte, que ha decidido encargarse personalmente de su campaña y se reúne prácticamente a diario con delegados para responder a todas sus preguntas, explota la idea de superar de una vez la tradicional división interna de los socialistas valencianos como única vía para llegar algún día a la presidencia de la Generalitat. En esta línea, critica que la cita se convierta en una batalla de poder exclusivamente por el poder.

De esta manera, argumenta que los cuatro aspirantes basan su programa en las mismas ideas. Y no se equivoca. Los cuatro reivindican mayor democracia interna, la vuelta a una estructura comarcal del partido, más municipalismo y adecuar las cuotas de la militancia a la actual situación económica.

Así, prometen elecciones primarias para elegir al secretario general, para que todos los militantes, e incluso los simpatizantes del partido, puedan escoger a su máximo representante de manera directa y no a través de los delegados como se hará en el actual Congreso. Aunque en este punto hay matices, ya que Alarte sitúa en un porcentaje del 20 por ciento la necesidad de avales para llegar a presentarse como candidato, mientras que Mata, por ejemplo, lo rebaja hasta el cinco por ciento.

Respecto a las cuotas de la militancia, coinciden en rebajar las mensualidades para los jóvenes y los parados. Y para compensar esta reducción de los ingresos, incrementar las de los altos cargos de una manera progresiva. En este aspecto de organización interna del partido, proponen también limitar los mandatos y evitar la acumulación de cargos. En este sentido, Mata asegura que será el único secretario general que mantendrá su oficio de abogado si es elegido.

Otro de los cambios que introdujo Alarte después del anterior Congreso fue la sustitución de la estructura comarcal por la provincial. En su programa actual apuesta por volver a conceder importancia a las comarcas. El municipalismo también es otro de los puntos claves. En este sentido, Romeu se compromete a la creación de una secretaría municipal en la ejecutiva del PSPV para coordinar y atender a todos los pueblos.

Así, aunque con matices, las líneas generales de los cuatro programas son similares, por lo que las diferencias radican en la persona del candidato. Alarte está estigmatizado por haber conseguido los peores resultados electorales y Puig por ser el representante de las clásicas familias.

LAS CLAVES
DELEGADOS
Los socialistas concurren a su Congreso sin que todavía estén claros los apoyos de cada uno de los candidatos. Los principales rivales, Jorge Alarte y Ximo Puig, aseguran que tienen la mayoría de los avales, mientras que Romeu y Mata, que conseguirán los 104 para ser candidatos. Si se suman todos los delegados que cada uno dice tener la cifra supera, y con creces, el número total de delegados que habrá en Alicante, 525.
VOTAR LA GESTIÓN
Antes de la presentación de las candidaturas oficiales, los delegados tendrán que votar la gestión de la actual dirección del partido, con Alarte al frente. Muchos se preguntan si se retirará si se rechaza su gestión.
FERRAZ
Aunque se esfuercen en señalar que la dirección del PSOE no intervendrá en el proceso, algunos voces apunta a que podrían forzar un pacto para que la cita fuera más tranquila.