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La Guardia Civil duplica en El Prat las incautaciones de droga

Los narcotraficantes hacen vuelos con escala en Europa para despistar 

La Guardia Civil duplica en El En el interior del organismo. Los llamados «boleros» son personas que introducen bolas de droga dentro de su cuerpolas incautaciones de droga
La Guardia Civil duplica en El En el interior del organismo. Los llamados «boleros» son personas que introducen bolas de droga dentro de su cuerpolas incautaciones de drogalarazon

Barcelona- La incautación de droga en el aeropuerto del Prat de Barcelona se ha duplicado en lo que va de año en comparación con 2010. Aumenta el consumo de estupefacientes, pero la intensificación de los esfuerzos de la Compañía Fiscal de la Guardia Civil y el incremento de sus efectivos luchan cada día para poner freno al tráfico de las sustancias ilegales.

«El año pasado incautamos 119,287 kilos de cocaína y este año, a fecha de hoy, ya hemos interceptado 237 kilos», informa el alférez oficial adjunto de la Compañía Fiscal de la Guardia Civil de la Unidad del Aeropuerto de Barcelona, Ignacio Cabello Sánchez. «Crece el consumo y los narcotraficantes intentan introducir la droga cada vez en más cantidad, por más vías aeroportuarias, sin embargo, la intensificación de nuestros esfuerzos, el incremento de efectivos y una mayor especialización dan sus resultados», explica Cabello, también coordinador de la Oficina de Análisis de Investigación Fiscal del tráfico ilícito de estupefacientes.

Según el alférez, «el mayor porcentaje de incautación de droga en El Prat es de cocaína, aunque también hay casos de tráfico de heroína afgana que llega desde Paquistán», añade. Mientras que la cocaína es una droga más fácil de camuflar, para el trafico de hachís, que tiene mayor volumen, los traficantes suelen recurrir mayoritariamente a los puertos.

Los «vuelos calientes»
La Guardia Civil hace constantemente análisis de riesgo de los denominados «vuelos calientes», aquellos que comunican con países productores de droga. «El mayor país productor de cocaína es Colombia aunque también procede algo de México», explica Cabello. «Los vuelos calientes son los procedentes de Sao Paulo, México DF, Buenos Aires, Bolívia o República Dominicana», detalla a LA RAZÓN.


Como las rutas para introducir la droga en España cambian muy a menudo, últimamente se están detactando otros itinerarios que son los «vuelos refundidos» o no directos. «Estamos interceptando drogas en personas que realizan primero un vuelo intercontinental, con una parada en la Unión Europea, y que luego llegan a Barcelona a través de un vuelo interior donde no están sujetos al control de pasaportes, por ejemplo Sao Paulo-Lisboa-Barcelona», explica el experto. «Estas personas suelen traer la droga en su equipaje de mano o en el interior del organismo», añade.

Sobre los métodos de ocultación de droga, «está todo inventado», comenta Cabello. Este año los traficantes han tratado de introducir droga en El Prat camuflada en juguetes de niños, en escayolas, en latas de comida, e incluso entre cartones separadores de juegos de sábana. «Meten la droga en los lugares más dispares, hace poco nos encontramos con cocaína metida dentro de nueces y cuando la Selección Española ganó el Mundial se encontró cocaína dentro de unos cuadros que representaban a los futbolistas», explica.

«Este año han repuntado bastante los "boleros", gente que lleva la droga en el interior de su organismo. La última modalidad es introducir la cocaína líquida dentro de preservativos que la gente introduce en su cuerpo», especifica el agente, que advierte del elevado riesgo que conlleva ya que puede llevar a la muerte. A fecha de hoy han sido detenidas 50 personas en El Prat por tráfico de drogas y catorce de ellos eran «boleros».

El perfil de los «muleros» es muy heterogéneo. «Son personas, mayoritariamente hombres, que se contactan en los países de origen y por eso suelen ser sudamericanos», especifica Cabello. Sin embargo, «el físico no es influyente a la hora de detectar a una persona que trae droga, nos hemos llegado a encontrar a un ejecutivo que viajaba en el puente aéreo con dos kilos de cocaína escondidos en su ordenador», recuerda.

«El olfato policial es esencial para captar ciertas actitudes sospechosas como el nerviosismo», concluye sin olvidar a los perros, «factores determinantes para encontrara la droga que llega escondida en los equipajes de los viajeros».