Renfe

Alta tensión en Metro

La Policía detiene a un piquete por coacciones a un compañero en las cocheras de Canillejas / Tras una avería en las puertas, los viajeros se amotinaron en la estación de Gregorio Marañón 

Detenido un miembro de un piquete informativo
Detenido un miembro de un piquete informativolarazon

La séptima jornada de huelga en el metro se complicó ayer más de lo que ya se ha convertido en habitual tanto para los trabajadores como para los viajeros. A primera hora de la mañana un miembro de los piquetes informativos fue detenido por la Policía tras increpar a varios agentes. Un poco más tarde, ya en un vagón, los viajeros decidieron amotinarse tras padecer las molestias de una avería en una nueva jornada de servicios mínimos en la red de transporte suburbano madrileña.Según explicó un portavoz de Metro, un empleado de la clínica que hay en las cocheras de Canillejas intentó entrar a su puesto, pero un piquete informativo formado por unos 90 trabajadores trató de impedírselo. Finalmente, fue preciso que los agentes de la Policía que velaban por la seguridad de los empleados que no quisieran hacer huelga formaran una especie de pasillo para aislar a este trabajador de sus compañeros en huelga. Uno de los piquetes, molesto ante tal acción, comenzó a increpar a los miembros del dispositivo policial que decidieron detenerle acusado de coacciones. El altercado protagonizado por los usuarios sucedió sobre las tres de la tarde en la línea 10 dirección Puerta del Sur. En la estación de Gregorio Marañón un tren se quedó parado durante algo más de veinte minutos sin abrir sus puertas. La Policía tuvo que acudir hasta el andén para desalojar a los viajeros. Tras la avería, según explicó Metro, se solicitó a través de la megafonía que se desalojara el convoy, pero los viajeros se negaron. Una actitud que sólo se puede explicar como una protesta de los usuarios a los paros que se iniciaron hace casi un mes.Tras la llegada de los agentes los viajeros de casi todos los vagones se apearon al andén. Los dos últimos coches continuaron viaje hasta Tribunal, donde, tras una demora de diez minutos, consiguieron arreglar la avería de las puertas.