Hollywood

Fin de fiesta

Fin de fiesta
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Como toda saga duradera «American Pie» se había dejado actores y personajes por el camino. Los fans podrán disfrutar en esta entrega de todas las caras que hicieron célebre la franquicia. Como en toda reunión de aniversario de una promoción el principal aliciente está en cómo les ha tratado el tiempo a cada uno de ellos. La verdad es que algunos lo llevan mucho mejor que otros, pero, pocos minutos después de compartir corrillo, descubren que, mujeres, hijos y empresas de por medio, siguen siendo los mismos. «Nos pareció increíble que a medida que se lo proponíamos a todos, iban diciendo que sí», aseguran los directores y guionistas, Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg. Los realizadores, durante su visita a Madrid, apenas pudieron abrir la boca entre las bromas de los actores, que cual niños en clase, no dejaban de molestar al de al lado: «Queríamos que los personajes fueran las mismas personas que conocíamos y queríamos todos. Pues yo siento que soy el mismo chico que era cuando tenía veinte años, sólo que con circunstancias de vida diferentes. Stifler era el rey de su escuela secundaria, así que tal vez alcanzó su punto máximo en aquel momento. Vuelve a vivir aquellos días de gloria en su mente todo el tiempo. Jim era un tipo que estaba frustrado sexualmente, algo que le marca también en su próspera vida actual, y así sucesivamente», asegura Hurwitz. Efectivamente, los chicos a los que antes les obsesionaba el sexo, continúan en este aspecto exactamente igual. Claro que si antes su mayor preocupación era cómo ligar con las chicas del instituto, ahora piensan en el intercambio de parejas o en la infidelidad.

«Creo que hay un puñado de cosas que están probadas y funcionan siempre en la literatura. Shakespeare hizo aportaciones que todavía hoy utiliza un montón de gente. No nos sentamos en una habitación a pensar en circunstancias terribles con las que humillar a los personajes, simplemente nos gustan las cosas que llevan a la audiencia a gritar, sea de risa o de asco», interviene Schlossberg. O lo que es lo mismo, una manera como otra cualquiera de avisar a los «fans» de que el pene de Jason volverá a aparecer en pantalla.

Quienes se sienten un poco más cómodos son los más veteranos de la saga, pues ya estaban creciditos cuando empezó, y ahora se les nota menos el cambio. Se trata de Jennifer Coolidge y Eugene Levy, que vuelve a cargar con algunos de los momentos más hilarantes de esta comedia, aunque a la actriz no le hizo mucha gracia que le recordaran en Madrid que ya era una madurita atractiva en la primera entrega.

Ambos realizadores, sin embargo, admiten que resulta difícil complacer al público fiel con las continuaciones de historias exitosas: «Las franquicias resultan muy complicados, nosotros también nos quejamos de las secuelas de ‘‘Karate Kid''». 

 

El detalle
EL INSTITUTO ETERNO

El instituto sigue estando de moda en Hollywood, un género tan taquillero como las películas de Stallone. Algunas resultan épicas, cuando caen en manos de un buen director, como «Carrie»; otras no pasan de ser una exaltación de la fiesta colegial infinita, los cuernos y el deseo de perder la virginidad. Lo cierto es que hasta los vampiros se han reciclado para pasar por el instituto, si no que se lo digan a los «fans» de «Crepúsculo». En otras ocasiones, el miedo es de mucha risa, como en «Scream».