«Matadores» una mirada diferente y «llena de pasión» a la lidia

Para rodar la serie, seis episodios dirigidos por Eva Armenteros que se emitirán a partir de las 22:30 horas todos los lunes, se ha entrevistado a más de 90 personas y se ha grabado en cerca de 80 localizaciones, entre fincas, plazas de toros, ganaderías, escuelas taurinas y sastrerías. "Es una serie de pasión, contada de una forma muy diferente, en la que se trata de comprender por qué los toreros lo son", ha explicado Armenteros en el taurino hotel Wellington ante un auditorio en el que había matadores como Sergio Galán, Pedro Gutiérrez "El Niño de la Capea"o Sebastián Palomo Linares.

Este último relata en el documental cómo nació su pasión por la tauromaquia y habla de lo atípico de sus vidas, de sus miedos e incluso de sus manías, como también lo hacen Joselito, Enrique Ponce, Uceda Leal, Talavante, Juan José Padilla, Jesulín de Ubrique, Javier Conde y Miguel Ángel Perera. "Matadores"muestra los aspectos más íntimos y misteriosos del mundo del toro gracias al testimonio de toreros, ganaderos, periodistas, bailaores, aficionados o no, personas que por su trabajo o por su familia tienen una relación cercana con los toros.

Otros protagonistas son ganaderos como Victorino Martín y Álvaro Núñez Benjumea, el director de cine Agustín Díaz Yanes, la cantaora Estrella Morente, la ex ministra Carmen Calvo, el crítico Paco Aguado, los periodistas Carlos Herrera, Ana Rosa Quintana, Matías Prats y Nuria Roca o la fotógrafa Josephine Douet.

Según la directora de BIO, Carolina Godayol, "nunca antes se había mostrado la fiesta"como hace el documental, rodado en alta definición, porque muestra la trastienda de un mundo que mueve cada año una media de 3.000 millones de euros, es decir "la disciplina cultural"que mayores ingresos por IVA reporta al estado, y da trabajo, directa o indirectamente, a 200.000 personas

Así, los espectadores de Matadores serán testigos de momentos únicos, como la reaparición de Padilla cinco meses después de sufrir una grave cornada en la que perdió un ojo, el toreo del jovencísimo Calerito -12 años-, y la confesión de Enrique Ponce anunciando que está cerca de su despedida de los ruedos