Andalucía

Al fin el futuro

La Razón
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Al fin, un PSOE abrazado al futuro. Es el que ha salido del Congreso de Sevilla. Prisa ha ganado a Mediapro. Si se cumple la Legislatura, el candidato a la presidencia del Gobierno del PSOE tendrá 65 años. No es mala edad. Felipe González de nuevo. Gómez, Griñán, Zerolo, Moratinos, María Teresa de la Vega, y tantos y tantos, pendientes de su porvenir. Estaba prevista la división, la quiebra. Esos abrazos y besos entre vencedor y derrotada son de película española subvencionada, de película mala. No se aguantan. El futuro. En pocas semanas principiarán los gritos alzados y las pequeñas venganzas. O las grandes venganzas, que Rubalcaba no es persona de términos medios.

El abrazo al futuro no lo garantiza esplendoroso. El PSOE ha ganado su futuro, que puede resultar patético, como el presente. Rubalcaba, socialista moderno y europeo, arreó al Vaticano y a la banca. El futuro de 1936, sencillamente. Un futuro que hay que mirar con una dolorosa tortícolis. Claro, que lo de Carmen Chacón tampoco era presentable. Que a estas alturas González derrote a Zapatero, tiene miga. A Griñán le salió mal la jugada. En marzo perderán Andalucía, su última fortaleza levantada con los subsidios y defendida por los favorecidos.

Pedro Jota Ramírez augura para 2014 una candidatura del Frente Popular liderada por Garzón. No está mal visto. Pero chirría el encaje del Frente Popular con la avaricia. Su periódico, en la Crónica de los domingos, regala la extravagante fuente exterior de ingresos de Garzón, por asesorías o conferencias. ¿Quién ha engañado al presidente de Colombia? 100.000 euros anuales por asesorar no se sabe qué ni a quién. En Ecuador –60.000 euros–, los abogados acaban de nombrarlo «persona no grata». «Resulta escandaloso –dicen–, que cobre tanto en un país en el que la mayoría de los ciudadanos vive con dos dólares al día». En México, 40.000 euros. En los Estados Unidos, 30.000. En Honduras, como en Costa Rica y Suiza: 10.000 euros. En Francia, 15.000. Y en España, por trabajos y asesorías 50.000 euros y 21.000 euros más por conferencias. Por mucho que se desmorone el PSOE, con estos ingresos, no hay Frente Popular que valga liderado por Garzón. Más nervioso que Rubalcaba, habrían de estarlo los presidentes de los bancos, porque a este hombre, decididamente –como a mí, como a usted–, le gusta el dinero, y no creo que sea capaz de convencer a las masas indignadas con esos gustos tan escasamente frentepopulistas. Pero ésta, la nuestra, España, es una nación en la que abundan los incultos, los desmemoriados, los revanchistas, los resentidos y los tontos, y cualquier sorpresa es posible.

Veo más a Rubalcaba que a Garzón a la cabeza de la desvanecida izquierda. El juez podría presentarse junto a Cayo Lara, el pelma de Argamasilla, pero tampoco. Cayo Lara es un comunista a la antigua, de los que creen que los muros derrumbados se levantan, de los que se emocionan ante la exposición de la momia de Lenin, pero no tiene ambiciones económicas. Compagina la ideología con la coherente distancia del dinero. Chocaría con Garzón, aunque ahora lo defienda. Será Rubalcaba el ariete contra Rajoy. El futuro está servido en la bandeja del pasado. En ese aspecto, los socialistas son malabaristas, formidables manipuladores de los hechos y de los tiempos.

Como español, no me siento tranquilo. Con Carmen Chacón tampoco encontraría el sosiego. Veo una España enfrentada desde sus izquierdas, y ello es peligroso. Se odian. El socialismo se ha retirado el saludo a sí mismo, y por las grietas ingresará la repulsión. Como para salir corriendo.