«Mourinho es un matón»

Harry (Arnold Schwarzenegger) no encuentra a Helen (Jamie Lee Curtis), me ha mandado un SMS por si sabía algo de ella y me asegura que no se han peleado. Le he contestado que su señora se ha obsesionado con Mourinho y que no sería nada extraño que le estuviera espiando en La Finca, donde vive el entrenador, dado que penetrar en los recintos amurallados del Real Madrid es misión imposible sin un permiso especial, y casi ni eso. Y si lo que pretende es recabar información entre los jugadores de la primera plantilla, no lo va a conseguir ni en tanga, y mira que le sienta bien. Les ha lavado el cerebro. Helen se ha obsesionado con «Mou». Quiere saberlo todo de él, porque no le entiende, «es un tipo contradictorio», colige. Me lo aclaró en su última llamada, naturalmente a deshoras: «En una entrevista suya se declara ferviente católico –"rezo mucho, creo en Dios e intento ser buena persona", aseguraba– y me extraña, porque lo del amor al prójimo y el respeto a los demás este tipo se lo pasa por el forro», concluyó indignada. Bueno, se puede ser católico sin necesidad de poner la otra mejilla; más de uno hubiese respondido con un buen pescozón a esos energúmenos que insultaban y escupían a los peregrinos de la JMJ. «Alardea de su falta de humildad», insiste Helen, «¿cómo puede decir que es un buen católico?, y que no es un hipócrita… Un cínico, eso es lo que es. Y un matón». Recomendé a Helen que se tomara una valeriana para relajarse. No sé si lo hizo. Ha desaparecido. Mourinho es su objetivo.