La gran mujer de Antonio López

«La Mujer de Coslada», que representa el torso de una joven desnuda que mira al cielo y está hecha con bronce, fue realizada en «un año», muy poco tiempo para alguien que trabaja ajeno al discurrir del reloj, admitió uno de los artistas más cotizados en el mercado internacional.

Coslada no sólo ha logrado ser la tercera ciudad en el mundo con una escultura de Antonio López sino que el Ayuntamiento no se ha gastado nada de su presupuesto en ella. Según confirmó la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, ha sido el Gobierno central quien ha pagado una obra de la que ya disfrutan los conductores que circulan la rotonda de la denominada «Rambla de Coslada».

La obra no pasa desapercibida por su calidad y su talla: «Unos cinco metros y medio de alto y unos cuatro metros de ancho», señaló el pintor. La gran altura de «La Mujer de Coslada» se debe, además de a sus cinco metros y medio de longitud, a que se encuentra emplazada sobre «un peralte de un metro de alto». Además, López ha solicitado que la colocasen con la cara en sentido a la salida del sol.

Un año de trabajo
Ayer el artista reconoció que durante el proceso de creación de esta escultura le asaltaron dos dudas importantes. La primera sobre el tamaño de la misma, temía que pudiese resultar «agresiva», explicó. La segunda cuestión que le asaltó fue «la desnudez» del torso de la bella y joven modelo que copió de «una alumna de la Facultad de Bellas Artes», institución que frecuenta el pintor, afirmó. La fisonomía de la actual escultora «coincidió» e incluso «era mejor» con respecto a la idea que él ya tenía en mente para llevar a cabo esa obra, señaló López.

 En la carrera del artista, «La Mujer de Coslada» «tiene un significado distinto» e incluso es leve punto de inflexión en su carrera por varias cuestiones: la modelo es ajena a su entorno personal y el tema no pertenece a su cotidianeidad.