Cuatripartito en Griñón

 No hubo sorpresas de última hora. Ayer se hizo efectiva la moción de censura presentada por el PSOE y los tres partidos independientes que consiguieron representación las pasadas elecciones en el Ayuntamiento de Griñón. A pesar de que José Ramón Navarro, líder del PP, ganó los comicios por mayoría simple –con seis concejales–, el resto de agrupaciones se aliaron ayer para arrebatarle la Alcaldía y «vulnerar la voluntad de los ciudadanos», según denunció el ya ex alcalde.

El Consistorio tuvo que habilitar el teatro municipal para albergar el Pleno, donde se llevó a cabo la votación de los siete ediles del pacto de la moción. Los vecinos abarrotaron la sala, la mayoría para mostrar su disconformidad con lo que iba a suceder. «Esto es un atraco», dijeron unas mujeres.

María Antonia Díaz, portavoz de Ciudadanos Independientes de Griñón (CIG) y una de las artífices de la moción, tomó la palabra entre pitos y aplausos. Díaz no dudó en acusar a Navarro de esconder intencionadamente las cuentas municipales. «Todos los vecinos han visto cómo salían cajas y cajas del Ayuntamiento con destino desconocido», aseguró. Las afirmaciones de Díaz encendieron aún más los ánimos del auditorio. Navarro, que durante ocho años ha sostenido el bastón de mando de Alcaldía, era consolado y consolaba a sus partidarios: «Este día quedará marcado como un día negro en Griñón». Pasadas las 13:00 horas, el cambio de color en el Gobierno de Griñón se hacía efectivo y María Antonia Díaz era designada nueva alcaldesa con el apoyo del heterogéneo grupo de concejales independientes y de los dos ediles socialistas.