Conciliación

Cursos de formación para los sindicalistas más antiguos

La mayoría de los liberados pertenecen a Servicios Sociales

El acuerdo también respetará las vacaciones y las circunstancias personales de cada funcionario, como bajas o permisos por maternidad
El acuerdo también respetará las vacaciones y las circunstancias personales de cada funcionario, como bajas o permisos por maternidadlarazon

MADRID- Muchos de ellos han estado décadas, lustros, años y, los que menos, meses sin trabajar. Entre los 2.400 liberados sindicales que hoy tendrán que volver a su trabajo, tras el recorte de horas de liberación sindical acordado en febrero con la Comunidad, hay tantos casos como personas, aunque todos ellos con un denominador común: haber abandonado su oficio para dedicarse en exclusiva a las labores sindicales.
La crisis hizo revisar las partidas de gastos más abultadas de la Administración regional. El coste de mantener a 3.600 liberados sindicales y, sobre todo, pagar a los sustitutos –interinos– de éstos rápidamente destacó. Esperanza Aguirre decidió meter tijera a este colectivo después de saber que el número que existía en la Comunidad al menos doblaba lo que fijan las leyes que regulan los derechos de los trabajadores. Tras negociar con los sindicatos se pactó reducir en dos tercios la cifra y por tanto que un total de 2.400 funcionarios volvieran a sus antiguos puestos. La mayoría de ellos son «laborales» y del área de Servicios Sociales. Los trabajadores del primero de los casos podrán acudir hoy a su oficina y directamente ponerse al día. Sin embargo existen otros casos más sensibles como los relacionados con la Sanidad y los Servicios Sociales, en los que los liberados no podrán apenas hacer nada en su primer día, ya que existirán casos de funcionarios que no ejercían desde hace años.
El «Acuerdo para la estabilización de las relaciones laborales», que fijo el «tijeretazo» a las horas sindicales, también tuvo en cuenta estos casos y recogió la posibilidad de «proporcionar formación específica a todos aquellos dispensados de asistencia al trabajo que tengan que incorporarse a puestos asistenciales y que así lo soliciten». Y así ha sido.
A los funcionarios con más años de liberación se les proporcionará cursos de «reciclaje» y, aquellos que lo necesiten serán sometidos a un periodo de formación, adecuado a cada uno de los casos, antes de volver a trabajar. En el acuerdo también se especificó que se respetarán las vacaciones y las circunstancias personales de cada trabajador, como bajas de maternidad.