Berlín

Cada sábado el mejor cine bélico con LA RAZÓN

Desde que hay noticias de la humanidad, existen narraciones de guerras. Para un invento como el cine con el prioritario objetivo de entretener, la guerra y sus numerosos acontecimientos fueron un motivo necesario.

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El cine bélico es un clásico del séptimo arte que tiene también mucho de histórico. Ha servido como forma de recordar los hechos, aunque algunas veces se haya utilizado por razones tan diferentes como servir de denuncia o de propaganda para algunos gobiernos. En su largo recorrido, este género ha pasado por todas las guerras y por todos los periodos históricos.

Desde la de Troya hasta la actualidad, pasando por el Imperio romano, las cruzadas, la Edad Moderna –Waterloo, entre ellas–, las de Secesión americana... Pero si hay una época en la que el cine bélico ha tenido su gran semillero, ésa ha sido el siglo XX. Las grandes Guerras Mundiales, la Civil española, Corea, Vietnam, Indochina... han sido fuentes de numerosas películas, entre las que se encuentran auténticas obras maestras. En sus batallas, estrategias, ataques aéreos y escenas de supervivencia hay momentos épicos de los que ponen a prueba al ser humano.

LA RAZÓN, siguiendo con el ciclo de sus colecciones y como continuación a las películas de piratas y aventuras, comienza el próximo sábado 21 de mayo una nueva dedicada al cine bélico. Con la primera entrega se darán dos filmes: «Cerco roto» por 1 euro y «Comando en el mar de China» de regalo. Los siguientes títulos serán: «Lobos marinos», el 28 de mayo; «Arenas sangrientas», 4 de junio; «Bajo diez banderas», el 11; «Escarlata y negro», el 18 ; «Comando patos salvajes», el 25, y, para finalizar, «Arco de triunfo», el 2 de julio.

Matar a Hitler
Rusia, junio de 1944. La ofensiva rusa obliga al ejército alemán a abandonar la cabeza del puente Kwai y la Península de Crimea. La división del sargento Steiner y su propio pelotón han perdido la mayoría de sus hombres, pero logra reunir a los supervivientes para deslizarse a través de las líneas americanas y así poder reunirse con el capitán Stransky, junto a quien librará una dura batalla en una ciudad de Francia el mismo día que el general Patton rompe las líneas alemanas en Avranche... Dirigida por Andrew V. McLaglen en 1979 con guión de Peter Berneis y Tony Williamson, la curiosidad de «Cerco roto» es que, años después de la paz continental y con el muro de Berlín en pie, la producción fue compartida entre capital británico y alemán, claro, del oeste.

En el reparto están primeras figuras del momento como Richard Burton, Robert Mitchum y Véronique Vendell, entre otros. El argumento es también interesante, ya que es la continuación de «La cruz de hierro», que transcurría en la Segunda Guerra Mundial, dirigido por Sam Peckinpah en 1976. En realidad, esta nueva entrega seguía las andanzas del protagonista del primer filme, el sargento Steiner (entonces encarnado por James Coburn y ahora por Burton), que había sobrevivido en el frente y, desencantado por el rumbo de la contienda, preparaba un atentado para matar a Hitler.

Ataque a Pearl Harbour
«Comando en el mar de China» (1970)se ambienta también en plena ebullición armada. Año 1942. Ha transcurrido uno desde el ataque a Pearl Harbour. El teniente Lawson, un oficial de inteligencia norteamericano, es seleccionado por sus superiores para una misión especial debido a su dominio del idioma japonés. Lawson es enviado por sus superiores a una pequeña isla de las Nuevas Hébridas para participar en una peligrosa misión junto con un comando británico formado por un grupo de soldados indisciplinados. La isla, dominada por los británicos, se encuentra parcialmente ocupada por los japoneses en el norte. Para permitir el paso de un convoy naval norteamericano por los estrechos de la isla, el comando británico deberá internarse en la jungla, destruir el equipo transmisor japonés y regresar a la base, esquivando por el camino a las numerosas patrullas que los siguen de cerca.

El director Robert Aldrich es el autor de esta cinta, una pequeña joya dentro del género. La película alcanza unas cotas difícilmente igualables en lo que a tensión bélica e intensidad narrativa se refieren. El realismo de la guerra en la jungla y la tensión psicológica que experimentan los combatientes crean la sensación de que el enemigo acecha a cada paso. Cuenta en sus principales papeles con un joven Michael Caine que borda su papel, un sanitario cínico y con una visión realista de las circunstancias; Cliff Robertson da vida al oficial americano experto en la lengua japonesa y que no ha visto de cerca el frente, hasta ahora.

Excelente reparto
Michael Caine y Cliff Robertson funcionan a la perfección y realimentan la credibilidad de sus interpretaciones en «Comando en el mar de China». Llevan el peso de la película junto con Denhol Elliot, que interpreta al incompetente oficial al mando de la patrulla; Ken Takakura se pone en la piel del oficial japonés que dirige la persecución a través de la selva; Harry Andrews da vida al teniente coronel Thompson y Ronald Fraser es el elemento más rastrero y despreciable del comando; sin olvidar el pequeño papel que interpreta Henry Fonda. Una excelente película.