Alicante

Camps busca caras nuevas para el Consell de la austeridad

Nuevas caras para el Consell que tiene que hacer más con menos. El Gobierno valenciano tendrá diez conselleries, tres menos que hasta el momento. A pesar de la reducción, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, distribuye las áreas relacionadas con la economía en tres conselleries.

En el frugal copetín que se produjo tras la toma de posesión con el Esteban González Pons y Gerardo Camps
En el frugal copetín que se produjo tras la toma de posesión con el Esteban González Pons y Gerardo Campslarazon

Una de Economía, Industria y Comercio, otra de Hacienda y Administraciones Públicas y la de Educación, Formación y Empleo. «Se trata de un reordenación acorde a la realidad social actual», aseguró Camps, quien incidió en que el recorte es «espectacular», ya que los altos cargos también se reducen un 30 por ciento. Dijo que el organigrama ya queda reducido al máximo, que esta composición convierte a la Administración valenciana en una de las tres que menos gastan y que en los próximos meses continuarán las supresiones en las empresas y fundaciones públicas.

Camps ha metido la tijera en el número, pero lo que más sorprendió ayer es que lo haya hecho también en los miembros del último Gobierno. Sólo tres consellers de la legislatura pasada repiten. Paula Sánchez de León, que se afianza como pieza clave en el Gobierno valenciano, es la única vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Presidencia, coordinará las labores del Consell, llevará las relaciones con Les Corts y asume las tareas de cooperación internacional y solidaridad, competencias que antes tenía una Conselleria propia.

Los otros dos, Serafín Castellano y Maritina Hernández se quedan donde estaban, en la Conselleria de Gobernación, que además asume las competencias de prevención de incendios, y la Conselleria de Agricultura, que también añade una materia consideraba de vital importancia por el presidente Camps, el agua. El resto de Gobierno lo conformarán personas que bien se encontraban en el segundo escalón de la Administración, o estaban desvinculados del mundo de la política. En el primer grupo entran José Manuel Vela, actual secretario autonómico de la Conselleria de Economía.

Estará al frente de la Conselleria de Hacienda; Luis Rosado, que será conseller de Sanidad y también ocupaba cargo de secretario autonómico en este área; José Císcar, delegado del Consell en Alicante y que asume la Conselleria estrella, la de Educación, Formación y Empleo; Jorge Cabré, conseller de la también nueva refundida Conselleria de Justicia y Bienestar Social. Hasta ahora, era secretario autonómico de Justicia.

En la tanda de los «grandes fichajes» se encuentra el conseller de Economía, que asume Industria y Comercio, Enrique Verdeguer, que hasta ahora dirigía un departamento del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX); Lola Johnson, directora de Canal 9, que será la portavoz del Gobierno, y que llevará la Conselleria de Turismo, Cultura y Deporte, área de nueva creación y que asume las competencias de la desaparecida Conselleria de Turismo; e Isabel Bonig, alcaldesa de la Vall d'Uixó y que encabezará la flamente Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.

Toma de posesión
A las once de la mañana de ayer, con el pleno de Les Corts reunido y sobre la Biblia, el Estatut, la Constitución, y Els Furs, el presidente Camps juró su cargo y prometió dedicarse a él, porque «para alguien como yo, que ama con pasión a esta tierra, su historia y sus gentes, sus tradiciones, su cultura y su lengua, no hay reto más importante».Aseguró la austeridad del Gobierno, porque «ya no basta que cada euro se multiplique por dos», y apostó por la microeconomía como base del trabajo diario. El ahorro será decisivo «para mantener la sociedad del bienestar, para invertir en el campo, para hacer frente a nuestros compromisos y proveedores, para impulsar iniciativas hacia los autónomos, pymes y sectores productivos... y seguir creciendo».

Dijo que «no renunciaremos a nada: tener la correcta financiación, el agua necesaria y las grandes infraestructuras». Tuvo un reconocimiento emotivo con su familia y agradeció «su apoyo constante, a mi familia que me ha acompañado, compartido mis alegrías y me ha ayudado a mantener la ilusión y la fortaleza en los momentos más difíciles». Finalizó con que «cumpliré con mi pueblo como lo haría cualquier buen valenciano que estuviera en mi lugar». Más tarde, en el patio de Les Corts, durante el frugal copetín, Camps departió con los periodistas y destacó que «los ciudadanos que me han visto gobernar, confían en mí» y por eso le han reelegido.

Sobre el movimiento 15-M, señaló que «yo también fui joven y me afilié a un partido político» y consideró que los «indignados» deberían afiliarse a los partidos existentes o crear uno nuevo. También remarcó que «abrir las listas hasta su máxima expresión», es una forma de posibilitar que todo el mundo se pueda presentar, y que esta propuesta, que lanzó en el último debate de Política General y reafirmó en su investidura «no pretende dejar a nadie fuera» y que la democracia «da cabida a cualquier expresión». individual o colectiva».

Las quinielas no daban tantas salidas
No es noticia que no se cumplan las especulaciones que acompañan a la formación de un nuevo Gobierno. Aun así, el elevado número de consellers que, incluso queriendo, no han repetido sorprendió hasta al más despabilado. Los tres vicepresidentes han quedado fuera. Cotino ha sido el mejor parado- es presidente de Les Corts-, pero Gerardo Camps y Vicente Rambla (este último imputado en el «caso Gürtel») se han quedado sin cargo. La renovación de Camps no ha dejado títere con cabeza. Camps aseguró que el hecho de prescindir de Rambla no está relacionado con su imputación.

No fue una ocurrencia, es su tesis doctoral
Corría el mes de diciembre de 2009. A las puertas de la Navidad, el presidente Camps asistía a la presentación del libro «Estudios de Derecho Constitucional y Ciencia Política» en homenaje a Juan Ferrando Badía y fue allí donde el presidente se comprometió a «saldar una deuda pendiente: escribir y defender una tesis doctoral». Y lo hizo en el recuerdo de Ferrando Badía «quien le indicó que debía dirigir su carrera profesional hacia la política» y tenía la ilusión «de que defendiese una tesis doctoral».

Debió ser por aquel entonces cuando el presidente comenzó a considerar muy seriamente escribir su tesis sobre los sistemas electorales y habida cuenta de su condición de titular del Ejecutivo autonómico, qué mejor forma de completar una tesis que ponerla en práctica desarrollándola en forma de iniciativa parlamentaria.

Si algo ha demostrado el presidente Camps es que sabe jugar perfectamente los tiempos, en los buenos y en los malos momentos, y que aún tiene recorrido político por delante para sacar adelante, o por lo menos proponer el debate sobre un cambio en el sistema electoral que recogiera la circunscripción unipersonal como una baza de representatividad y conexión entre el pueblo y sus representantes parlamentarios.

Ayer, en el patio de Les Corts y frente al director de su tesis, el profesor Vicente Garrido, presidente del Consell Jurídic Consultiu, habló de un sistema mixto, siendo este el mejor elemento corrector de las aberraciones que el sistema podría tener en caso de mayorías muy consolidadas que podría dejar parlamentos monocolor. «Una lista cerrada tradicional, pero que sería de toda la Comunitat, no por provincias, y otra parte de circunscripción unipersonal que asegurara una mayor conexión del elegido con los electores».

Sabe Camps que tiene difícil encaje Constitucional, sino imposible, pero no descarta una reforma constitucional para ello. «De momento, nuestro Estatuto habla de representatividad o comarcalización, y ello ha pasado el tamiz de las Cortes Generales sin objeción». En su tesis doctoral, el presidente analiza el actual sistema electoral y hace su propuesta analizando el difícil encaje constitucional. Además aporta un estudio de otros sistemas en el mundo y Derecho comparado.