Valencia

Valencia recupera los grabados taurinos de Goya

La muestra se puede ver en el Museo Benlliure de la ciudad

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; los toreros valencianos Vicente Barrera y Enrique Ponce, y la concejala de Acción Cultural del Ayuntamiento, Mayrén Beneyto, durante la inauguración de la muestra
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; los toreros valencianos Vicente Barrera y Enrique Ponce, y la concejala de Acción Cultural del Ayuntamiento, Mayrén Beneyto, durante la inauguración de la muestralarazon

Los amantes del arte están de enhorabuena. La ciudad de Valencia ha logrado recuperar y restaurar 32 grabados taurinos de Francisco de Goya que pertenecieron al legado de la Familia Benlliure y que ésta dejó al Ayuntamiento y a Valencia. La alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, y la concejal de Acción Cultural, Mayrén Beneyto, que acudieron a la inauguración acompañadas por los toreros Vicente Barrera y Enrique Ponce, mostraron su apoyo a una muestra que engrandece la actividad cultural de la Comunitat.

Todas estas piezas, de incalculable valor artístico, se podrán ver dentro de la exposición «Grabados de Goya. Serie Tauromaquia» en el Museo Benlliure de la capital. Se trata de una exhibición compuesta por 32 estampas que se integran en una primera edición, cuya complejidad hace necesario dividirla en tres grupos temáticos. Primero, el de los orígenes legendarios de la lidia con los antiguos toreadores ecuestres y a pie, españoles y musulmanes, o las corridas caballerescas en las que aparecen incluso El Cid y el emperador Carlos V.

Asimismo, el segundo conjunto de estampas es de temática más violenta e inquietante, entre ellas se encuentran las referidas a las suertes encomendadas al picador, o a las actuaciones realmente villanescas. Finalmente, y en tercer lugar, el bloque de láminas de mayor atractivo en las que lucen con todo su garbo toreros evocados en el recuerdo por el propio Goya, como aficionados a los toros en su juventud.

En este sentido, los grabados están realizados con muy diversas técnicas, como el aguafuerte, el buril y la aguatinta. A ello hay que sumar la maestría del artista aragonés y sus detalles y miniaturas que le permiten reincorporarse a sí mismo tras el burladero mirando una faena.

Hallazgo fortuito
Esta nueva retrospectiva constituye una apuesta por dar a conocer al público en general, y a los valencianos en particular, las importantes colecciones de grabados que posee el Consistorio Municipal. La calidad de los trabajos, los personajes, a pie o a caballo, las diversas suertes y las creaciones del propio pintor, convierten estas láminas en elementos esenciales para conocer la obra taurina del genial Goya.

El descubrimiento de las estampas de la exposición fue fortuito e insospechado. Ni el propio inventario de la Casa Museo realizado al tiempo de su constitución ni en el general de bienes muebles de carácter histórico-artístico del Ayuntamiento existían referencias explícitas sobre esta obra.

Además, fueron malvendidas y fracasaron comercialmente. Los responsables de la muestra aseguraron que el bajo precio fijado por Goya para cada lámina era igual a lo que costaban las localidades de las corridas de toros en las gradas de sombra, que se celebraban en Valencia en 1815, y que sólo costaban diez reales.

Los grabados fueron encontrados en un cajón del despacho en la Casa-Museo José Benlliure. Las estampas estaban claramente dañadas por la riada que afectó a la ciudad en octubre de 1957. No obstante, el trabajo de los restaurados y el apoyo del propio pueblo de Valencia hizo que ya puedan ser disfrutados por el público.