Brasil
Toyota: tres cuartos de siglo para un liderazgo
Toyota cumple 75 años de existencia, tres cuartas partes de un siglo, como líder mundial de ventas, un puesto en todo lo alto que inauguró en 2007, que perdió a causa del terremoto y que ha recuperado en la primera mitad de este año.
La firma automovilística japonesa simboliza como pocas la idiosincrasia oriental de la paciencia y de la determinación ante las catástrofes y contrariedades, así como una filosofía a la hora de hacer empresa que disfraza con retazos de mística la pragmática capitalista de la plusvalía.
El embrión de Toyota estuvo en un telar automático que patentó un emprendedor con fuerte vocación inventiva como Sakichi Toyoda, fallecido en 1930, pero que dejó a su hijo Kiichiro el reto de concretar el embrión de una división automovilística en su empresa de telares, sueño que hizo realidad en agosto de 1937, con la creación de Toyota Motor Co Ltd (germen de la actual Toyota Motor Corp.) y la apertura, un año después, de la primera fábrica en Koromo.
La empresa partió con el capital que produjo las 100.000 libras de la venta en 1929 de la patente del telar automático que desarrollo Sakichi Toyoda.
Hay anécdota en el nombre de la marca adoptada: Toyota y no Toyoda, como el apellido de la dinastía fundadora. Dicen las crónicas de la efemérides que el cambio de razón social ya estaba en mente un año antes de la fundación definitiva, porque Toyota era más escueto y sonaba al oído nipón mejor que Toyoda.
Una marca del Grupo General Motors, con el que hoy compite ferozmente por estar en lo más alto del mercado, sirvió a Toyota de inspiración para desarrollar el negocio automovilístico. Los pioneros de la marca desmontaron en 1933 un Chevrolet para analizar sus componentes y aprender de los entresijos de un automóvil.
Los estudios dieron lugar en 1934 a la creación del primer motor de la marca, con una potencia de 65 CV, y un año después, en 1935, ya estaba construido un prototipo: el A1, del que derivaría el modelo convencional pionero: el AA Sedán.
Diez años empleó Toyota en impulsar su expansión y lo hizo con la exportación a Egipto del modelo SA, el primero al que dotó de motor de cuatro cilindros y suspensión independiente. En 1959 abrió su primera fábrica exterior, en Brasil.
La salida al exterior dio un impulso definitivo en los primeros años de la década de los 50 del siglo XX, cuando Toyota llevó al mercado de los Estados Unidos la berlina Crown, que la propia firma, reconoce, fue un fracaso de ventas.
Pero aquí entra el proverbial don de la paciencia oriental, pues lejos de desanimarse, Toyota siguió poniendo proa a los EE.UU., y en la década de los noventa, con el cambio de filosofía que impuso la creación de la marca de alta gama Lexus, el consumidor americano premió esa constancia declarándola en años sucesivos la más fiable en tan difícil y exigente mercado.
Europa no fue ajena a los deseos expansivos y su aventura en el viejo continente empezó en 1963 en Dinamarca. Casi medio siglo después dispone de plantas de producción en Gran Bretaña y Francia y está posicionada entre las diez marcas más vendidas en casi todos los países de la zona.
Toyota se ha especializado en segmentos importantes. Llama la atención el origen de la división de todoterrenos, con el punto de partida bélico de la guerra de Corea.
A petición del ejército de los EE.UU,, desarrolló, en sólo cinco meses, el BJ Jeep, bajo coordenadas muy parecidas al Jeep Willys, que tan determinante resultó en la movilidad de tropas de vanguardia durante la II Guerra Mundial. Este modelo sería la avanzadilla de la denominación Land Cruiser, que tomó carta de naturaleza en 1954.
Empezó el milenio con el futurismo que auguraba el primer coche híbrido de la historia: el Prius, con doble motor, eléctrico y de gasolina. Aventura arriesgada por las fuertes inversiones dedicadas al proyecto, pero en pocos meses, el coche había rebasado los pronósticos iniciales
Toyota y España se vincularon por la competición con los dos campeonatos del mundo de rallys obtenidos por Carlos Sáinz y Luis Moya, a bordo de un Celica GT-4 en 1994 y en 1996.
Setenta y cinco años de historia que hoy se resumen en ese liderazgo mundial de ventas y en más de 90 vehículos comercializados en la actualidad, el modelo Corolla, como el más vendido de la historia, una red de distribución en 170 países, 200 millones de vehículos vendidos, 66 centros de producción en 28 países, una mano de obra de 400.000 empleados y una inversión en I+D de 6.700 millones de euros sólo en 2011.
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