Nueva York
Obama evoca al padre que le dejó
El presidente Barack Obama aprovechó que hoy se celebra el Día del Padre en Estados Unidos para hablar acerca de su familia en su discurso semanal de los sábados.
«Me gustaría tratar sobre lo que a veces es mi trabajo más difícil pero también el más grato: ser padre», comenzó a decir el mandatario, en un intento de congraciarse con sus votantes, quienes sufren todavía los estragos de la crisis. «Crecí sin la presencia de mi padre. Se marchó cuando yo tenía dos años, y aunque mi hermana y yo tuvimos la dicha de tener una madre maravillosa y abuelos cariñosos que nos criaron, sentí su ausencia. Me pregunto cómo habría sido mi vida si él hubiese estado presente», compartió el presidente para recordar a sus votantes su dura infancia.
«La vida es difícil para muchos estadounidenses hoy en día. Cada vez hay más niños que crecen sin el ejemplo de un padre. Otros le echan de menos porque está lejos sirviendo a su país (en referencia a los soldados desplegados en operaciones militares fuera de Estados Unidos)», recordó un Obama que ya ha demostrado en otras ocasiones que cuenta con las dotes para ser un buen comandante en jefe. Sin embargo, esta característica carece de importancia de cara a las elecciones presidenciales del próximo año, en tanto que la tasa de desempleo no baje del actual 9,1 por ciento.
En las encuestas de la valoración de su presidencia, sus índices de popularidad están resentidos por su incapacidad para dar la vuelta a los malos datos de la marcha de la economía. «Incluso para los padres que están presentes en la vida de sus hijos, la recesión ha sido muy dura. Si tienen dificultad para para pagar las facturas, hacen lo que sea necesario para mantener a sus hijos», explicó. «Por eso mi gobierno ha ofrecido a quienes quieren ser buenos padres un poco de apoyo. Hemos respaldado a grupos comunitarios y religiosos dedicados a la paternidad. Queremos crear vínculos más estrechos entre padres e hijos».
«Y pueden averiguar lo que hacemos en (la página web) Fatherhood.gov», indicó el demócrata sobre la iniciativa que ha copiado del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. El presidente busca otras formas de apelar a los estadounidenses después de que la externalización de los empleos en Asia y la crisis económica le hicieron perder parte de sus votantes naturales. La clase media en Estados Unidos ya no mira en bloque al Partido Demócrata. Ayer mismo su equipo de campaña anunció que el mandatario estadounidense comenzará a utilizar personalmente su cuenta de Twitter a lo largo de la carrera electoral para los comicios presidenciales de 2012. Además se reforzará su presencia con actualizaciones diarias en la red social Facebook.
Jugando con su adversario
Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, disputaron ayer un partido de golf con el que pretendían «limar asperezas». El presidente estaba en clara desventaja con respecto a su rival, o al menos así lo señala un ránking publicado por la revista «Golf Digest», que sitúa al republicano en el puesto 43 de los 150 mejores golfistas de Washington y a Obama en el puesto 108. «Seguro que me da una paliza», bromeó el presidente antes de empezar el partido.
La Casa Blanca se metió en Libia pese a la opinión del Pentágono
El presidente Barack Obama siempre se ha caracterizado por plantear cientos de preguntas a su equipo de guerra y después tomar una decisión intermedia, pero no ocurre así cuando se trata sobre el conflicto en Libia. Obama ha hecho algo diferente al resto de los presidentes de EE UU: desoír las recomendaciones de la Oficina del Consejo Legal del departamento de Justicia y actuar por su cuenta. La abogada jefe de esta oficina, Caroline D. Krass, y el consejero general del Pentágono, Jeh C. Johnson, le sugirieron abordar la situación de Libia como si fuese una guerra. En cambio, Obama prefirió tratar el asunto como una «operación de apoyo a la OTAN» para no tener que pedir autorización al Congreso. Y es aquí donde radica el debate que ha llevado a un grupo de legisladores a poner una demanda contra el demócrata esta semana por considerar que se ha extralimitado en sus poderes. Según la Resolución de los Poderes de Guerra, las tropas estadounidenses sólo pueden estar un máximo de 90 días en territorio extranjero cuando están en «misión de combate» por orden de su comandante en jefe sin autorización del Congreso.
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