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Fernández descarta gobernar con Trias por «su deriva independentista»
El PP reprocha a CiU su falta de liderazgo y anuncia una oposición «tenaz y sensata»
BARCELONA- Primero fueron las ordenanzas municipales y después los presupuestos de Barcelona, pero el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández, ya comentó que se trataba de «un acuerdo puntual». Como finalmente ha sido. Tras un mes de especulaciones y quinielas sobre la hipotética entrada de los populares en el gobierno municipal, ayer, Fernández descartó la opción «porque no se dan las condiciones para gobernar con CiU».
«No hay posibilidad de acuerdo por la confusión ideológica de CiU, la deriva independentista y la continuidad con las políticas del anterior gobierno», resumió Fernández. Con el agravante, además, de que la falta de acuerdo deja al alcalde, Xavier Trias, en una situación difícil para encarar la legislatura. El alcalde, recordemos, ganó las últimas elecciones, pero gobierna en minoría con 14 concejales y sólo puede alcanzar la mayoría necesaria con el apoyo del PSC, con once concejales, o del PP, con nueve, ya que no suma ni con ICV-EUiA (cinco) ni con ERC (dos).
Aviso a navegantes
El popular lanzó un aviso a navegantes y anunció que su formación no pactará «nada» a priori, en alusión a la hoja de ruta (el Plan de Actuación Municipal) que Trias debería haber presentado en noviembre. Y advirtió de que el mandato «tras más de cien días de gracia, comienza ahora». No es de extrañar, pues, que si el PP cumple sus amenazas, descartada la geometría variable por el propio Fernández, el alcalde lo pasará francamente mal para gobernar. «No nos abstendremos de ninguna votación», añadió Fernández, cosa que, además, tiene un «morbo añadido», ya que podrán tumbar cualquier iniciativa de tintes soberanista de ERC, dijo.
Fernández, sin embargo, no descartó que en un futuro puedan llegar a un pacto de gobierno con los nacionalistas siempre que «recuperen el norte». Eso sí, será necesario que CiU «nos convenza». «Todavía no sé quién gobierna la ciudad, si el alcalde Trias, la Generalitat, o el círculo de confianza del president Mas en la sede de CDC de la calle Córcega». Y es que la falta de la falta de determinación de Trias ante la Generalitat y CiU es otro de los motivos que Fernández esgrimió para no formar parte del gobierno municipal.
Por ello, el presidente del grupo municipal del PP anunció que su formación ejercerá de forma «tenaz» una «oposición nítida y sensata» y dialogarán con el gobierno en base a los proyectos presentados. De este modo se desmarcan de la oposición de ERC en el mandato pasado, cuando salvó al gobierno de su minoría en temas clave como los presupuestos. «Uno puede ser socio de gobierno pero en la oposición no hay socios», subrayó.
En cualquier caso, el popular explicó que trasladó su decisión de mantenerse al margen del gobierno el 21 de diciembre en una reunión para cerrar el acuerdo de presupuestos del 2012 y que, posteriormente, la ratificó en otro encuentro el pasado 5 de enero, pese a que desde la misma noche electoral había pensado que el PP debía formar gobierno.
Fernández también quiso dejar un último recado a Trias al que tachó, durante sus primeros seis meses de mandato de estar más preocupado por dar una apariencia de gobierno fuerte que en dar la cara para que Barcelona salga de la crisis.
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