El Ejecutivo cede ante el PNV y le da los 480 millones de las políticas de empleo

Eso sí, despejará a petición del Ejecutivo la incógnita de su voto antes del próximo viernes, jornada en la que los Presupuestos saldrán de La Moncloa camino al Congreso de los Diputados. De momento, los nacionalistas vascos tienen claro que no están dispuestos a dar un cheque en blanco a Zapatero para toda la Legislatura. Por tanto, no habrá, como deseaba el presidente, acuerdo hasta el 2012.

La ejecutiva del PNV someterá este lunes, con toda seguridad, a votación la oferta del Gobierno para respaldar o no los Presupuestos Generales del Estado de 2011, los más austeros de los últimos diez años, que consagrarán la congelación de la nómina de las pensiones y subirán los tributos.

El equipo negociador del jefe del Ejecutivo, integrado por Alfredo Pérez Rubalcaba, José Blanco y José Antonio Alonso, ha puesto encima de la mesa un paquete de transferencias económico-sociales, que excluye las políticas pasivas y que coincide con las demandas por el PNV en su resolución del debate del estado de la Nación de julio pasado.

El Ejecutivo está dispuesto a transferir al País Vasco las políticas activas de empleo, acompañadas por una partida de 480 millones de euros. Además, Zapatero ha cedido a traspasar el Instituto Social de la Marina, la formación profesional ocupacional y la Inspección de Trabajo.

Todas estas transferencias se regirán por el concierto económico vasco y no por el común, como ocurre con el resto de las autonomías. Es decir, el País Vasco gestionará, al final, las políticas activas de empleo, pero su traspaso no se efectuará como al resto de los gobiernos autonómicos que ya tienen transferida esta materia, incluida Navarra. Esto supone que del cupo se deducirá el 6,24% del programa total de esta materia por cada uno de los traspasos.

Los nacionalistas logran lo que el PP les negó
- Si, al final, el PNV bendice el acuerdo y apoya los Presupuestos de 2011, el PSOE habrá concedido al País Vasco lo que el PP le negó en la primera Legislatura de Aznar. Así lo rememora el por entonces secretario de Estado de Administraciones Públicas. Jorge Fernández recuerda que ya en el 97 el PNV demandaba la transferencia de las políticas activas de empleo, pero no regulándose como el resto de autonomías por las reglas del régimen común, sino por las del concierto, lo que equivale a «romper la caja única de la Seguridad Social».