Lugo

No se retracta por Carmen Gurruchaga

La Razón
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El empresario gallego Jorge Dorribo se mantuvo en sus trece ayer en su declaración ante el Supremo respecto a la vinculación del ex ministro José Blanco en el «caso Campeón». En su comparecencia reiteró sus anteriores declaraciones, durísimas contra el político socialista, al que sigue acusando de recibir dinero a través de su primo Manuel Bran a cambio de favores.
De hecho, Dorribo aseguró que contrataba las obras con Bran, independientemente de que sus presupuestos fueran superiores a los de sus competidores, porque el alcalde de Lugo, Orozco, así se lo había aconsejado con la convicción de que sería bueno para sus empresas. Al parecer, todas las anotaciones bancarias que acreditarían las acusaciones, se guardaban en una carpeta que desapareció cuando Dorribo fue encarcelado.
Ayer, quiso desbaratar la teoría del informe pericial según la cual el dinero sacado de un banco andorrano no se destinó a pagar al ex ministro, sino a satisfacer una deuda de su propia farmacia. Para ello, presentó un papel manuscrito, pero podría ser que los pagos al primo de Blanco se efectuaran en efectivo y con fondos de origen desconocido (dinero negro), lo que imposibilita su verificación y seguimiento. Y es que ante el juez las acusaciones hay que poder probarlas y a quien acusa le corresponde la carga de la prueba.
No parece difícil demostrar que el empresario entregó dinero al primo carnal de Blanco en una gasolinera y que más tarde, en ese mismo lugar, se reunió con el ex ministro, con el que se marchó en el coche para presuntamente hablar de los beneficios que iba a recibir él a cambio de las cantidades de dinero entregado en diferentes ocasiones.
 Pero ¿podrá demostrar que el destinatario final de los cientos de miles de euros dados a Bran era José Blanco? Ésa es la cuestión.