Actualidad

OPINIÓN: Un vasco y un catalán

La Razón
La RazónLa Razón

Gorka Landaburu es un vasco muy vasco, tan vasco que cuando otros que decían actuar en nombre del pueblo vasco le enviaron un paquete bomba para matarlo, aunque lo que consiguieron fue destrozarle las manos y un ojo, decidió quedarse en el País Vasco y allí, con su presencia. plantarles cara. Como él dijo, le habían destrozado las manos pero no le habían quitado la libertad.
Yo soy catalán muy catalán porque ésta es mi tierra, la de mis padres, abuelos y antepasados, nadie puede discutírmelo, a mí nadie me ha enviado afortunadamente ningún paquete bomba, sencillamente hay quien me niega mi condición de catalán por sentirme también español.
La causa de Gorka estaba archivada porque la declaración policial autoincriminatoria de Oskarbi Jáuregui no se consideró prueba suficiente para procesar. Entonces cuando el vasco Gorka Landaburu se lo planteó a éste abogado catalán, tuve claro que había que hacer lo que fuese por levantar la causa, supimos de los papeles incautados a «Susper» del magnífico trabajo hecho con ellos por la policía española, que en una operación derivada en un piso sito en Bergerac se había encontrado entre otras pruebas una carta manuscrita de Oskarbi.
Conseguimos reabrir el caso, los sentamos en el banquillo y ahora a Oskarbi Jáuregui y a Patxi Jabier Matazaga les han caído 23 años de prisión.
Gorka seguirá en el País Vasco, yo en Cataluña, los dos en España y los etarras en la cárcel. Mejor final imposible.