Con R de Rajoy

Frente al discurso ruin y bolchevique de del otrora Rasputín Rubalcaba, ahora reconvertido en nuevo rey de la ruina socialista, el presidente del PP reivindicó ayer con autoridad la R de Rajoy para plantear las auténticas reformas que necesita España. Reformas reales y no rebajas en clave de demagogia contra los ricos, presuntos culpables del actual desastre, como sugiere Pepunto Rubalcaba en su soflama roja y antigua contra la banca y la economía liberal. Los culpables de verdad se reunieron ayer para celebrar la vuelta del que nunca se fue porque siempre estuvo rubalcabeando en los alrededores del poder. Rajoy entretanto se reunió con Aznar en el Campus Faes para recordarnos que el cambio que formula es un cambio con R de verdad, con la R de la responsabilidad que transmite su candidatura, de las reformas que recoge su programa, del recuerdo de una gestión que recuperó en muchos ciudadanos el orgullo de ser español. No hablan por hablar. Cuando llegó a la Moncloa Aznar, este país casi no respiraba porque le ahogaban un 22% de paro e impuestos asfixiantes. En apenas un año todo aquello cambió con medidas que crearon confianza y trabajo.
Rubalcaba habla de ilusionar pero ni él ni su Gobierno ni el partido que lidera ilusionan. Rajoy quiere recuperar el espíritu reformista de los Gobiernos del PP, con medidas ajustadas a la gravedad del momento.
Decir que la culpa de la crisis la tienen los banqueros no es solo demagogia barata. Es una irresponsabilidad porque los banqueros no han estado nunca tan entregados al Gobierno como con Zetapé. Un recurso electoral propio de un planteamiento rufián, bastante alejado del tono responsable de Rajoy.