Bob Dylan
Mayo del 11
En mayo del 68 los jóvenes afectados por la crisis económica se habían constituido en una nueva clase, la sociedad francesa sufría heridas coloniales por Indochina y Argelia, y Wilheim Reich y Hebert Marcuse tenían tanto peso como Bob Dylan o Leo Ferré. Una huelga general de nueve millones de personas tambaleó al país pero los sindicatos y los comunistas mantuvieron distancias con los estudiantes. De Gaulle voló secretamente a Baden-Baden para entrevistarse con el mítico paracaidista, general Jacques Massu, jefe de la ocupación en Alemania pero no para utilizar el Ejército contra la revuelta sino para evitar una división castrense. Pagó el precio de liberar al general Salam y a sus secuaces de la OAS.
Una manifestación en los Campos Elíseos, encabezado por el viejo revolucionario André Malraux, ministro gaullista de Cultura, sacó a la derecha de su estupor, y De Gaulle cerró el capítulo como debe ser: adelantando las elecciones generales que ganarían holgadamente las derechas y perderían estrepitosamente las izquierdas. De mayo del 68 sólo queda Daniel Cohn-Bendhit, eurodiputado verde alemán en amores políticos con Angela Merkel. En el español mayo del 11 no están los sindicatos ni el partido con posibilidades de hegemonía. El utopismo de los maltratados es el mismo pero los caminos hacia las reformas son intransitables en ésta generación. Un referéndum Monarquía- República lo ganaría la primera. Mayo del 11 sólo tendrá proyección como partida de la porra de un PSOE dividido y fuera del Gobierno. Miren a De Gaulle: elecciones anticipadas.
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