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La muerte de un líder local libio a manos de una milicia reaviva el debate sobre la escasa estabilidad en Libia

Enfrentamientos entre grupos armados rivales libios registrados este sábado se han saldado con un muerto y una base de una milicia totalmente destruida, en el marco de un rebrote de la violencia entre diversos grupos armados que amenazan con desestabilizar Libia.

Estos capítulos de violencia se han registrado en la localidad de Janzur, a 17 kilómetros al oeste de Trípoli. Los primeros altercados comenzaron el viernes por la mañana, cuando el 'número dos' del consejo militar de Janzur, Ashraf Abdelsalam al Marni Swayha, llegó a un puesto de control de dicha localidad con su chofer.
El puesto, controlado por milicianos de la ciudad de Zintan, cuyos sublevados ayudaron de forma sustancial al derrocamiento del régimen del fallecido Muamar Gadafi, detuvo el coche de Swayha. De acuerdo con el jefe del consejo local de Janzur, Abdelnaser Frandá, Swayha se limitó a informarles de su puesto. Como respuesta, los milicianos le contestaron que "no les importaba que fuera del consejo militar de Janzur". "Después de que Swayha ordenara a su chofer seguir la marcha, los milicianos comenzaron a dispararles", ha declarado Frandá
a Reuters. "Swayha murió como un mártir y su chofer resultó herido leve", ha precisado.
El incidente no ha podido ser corroborado. Este sábado ha tenido lugar el funeral, al que han acudido cerca de 500 personas, muchas de ellas portando armas.
Residentes han relatado que, a modo de represalia, algunos habitantes de Janzur acudieron a la sede de los milicianos de Zintan, un edificio que fue una oficina la Policía secreta del régimen gadafista, lo saquearon y lo prendieron fuego junto con varios vehículos.
Por el momento, no hay noticias de los milicianos de Zintan. Sobre ellos, ha dicho Frandá, "son combatientes revolucionarios, no queremos decir nada en contra de ellos, pero la realidad es que algunos de ellos rebasan los límites de la ley". "Estamos sorprendidos que, después de la liberación (del régimen de Gadafi), seamos rehenes de estas brigadas. Si describo (esta situación) como una ocupación, no estaría exagerando", ha añadido Frandá.
El máximo responsable del consejo local de Janzur ha explicado que "disparaban indiscriminadamente al aire"y, de la misma forma, "se hacían con la posesión de edificios gubernamentales, casas y granjas". Por ello, les ha exhortado a "volver a sus casas y con sus familias, y hacerse cargo de la seguridad de sus propias áreas para que lo que ha pasado aquí no vuelva a ocurrir".
La ONU difundió la semana pasada un informe en el que señalaba a las dispersas milicias como "el mayor reto con el que va a tener que lidiar el Consejo Nacional de Transición libio".