Coto a la factura farmacéutica

MADRID- El objetivo de Esperanza Aguirre, al menos mientras dure la crisis, es bajar impuestos «en la medida en que sea posible», reducir gasto y mantener las mismas prestaciones en los servicios públicos. Esto, que a priori podría parecer imposible, se logró ya el pasado año con el gasto farmacéutico. El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, dio cuenta ayer en el Consejo de Gobierno de un informe en el que se revela que el gasto farmacéutico regional se redujo por primera vez, en 2011, un 3,0%, lo que supuso un ahorro de 62,2 millones de euros a las arcas. Una tendencia que la Comunidad está decidida a que no acabe aquí, según anunció ayer el vicepresidente regional, Ignacio González.

El secreto de la reducción ha sido la aplicación del Real Decreto Ley de prescripción por principio activo –genéricos– 9/2011 y que permite un ahorro mensual de más de siete millones de euros (en total ya se han dejado de gastar 22 millones), y un sistema centralizado de compras que unificará a toda la sanidad pública madrileña, así como la aplicación de recetar genéricos. «Medidas como éstas son ejemplos claros de las reformas legislativas que nos están permitiendo reducir el déficit», explicó González.

Sólo en 2011, la Comunidad pagó en facturas farmacéuticas casi 2.000 millones de euros, una cifra que supone casi el 11% del total del presupuesto regional y un 27,5% el total del gasto sanitario. De hecho, uno de cada tres euros del presupuesto sanitario va destinado a gasto farmacéutico. El pasado se dispensaron más de 110 millones de recetas, a una media de gasto por cada una de 10,78 euros.