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La UE prefiere evitar el conflicto con Marruecos

A la Unión Europea le está costando mantener la posición frente al estallido de violencia en el Sáhara occidental. Los Veintisiete, que premiaron hace dos años a Marruecos con unas relaciones privilegiadas otorgando a este país el primer estatuto avanzado, intentan ahora aguantar el temporal frente a las llamadas de intervención de los saharauis, la presión de los medios españoles y la crítica de algún socio como Francia.

La Razón
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Sin embargo, los europeos, en boca de su jefa de la diplomacia, Catherine Ashton, piden tranquilidad. Aunque la Alta Representante de la Política Exterior se ha mostrado «muy preocupada» por el estallido de violencia de esta semana, se ha limitado a pedir a las dos partes «mantener la calma y abstenerse de cualquier acto de violencia».

Esta posición de esperar y ver es la que ha recomendado el hombre de Ashton en Rabat, el español Eneko Landaburu. En conversación telefónica desde Rabat, el embajador de la UE explica que ha aconsejado a Bruselas «no tomar decisiones en caliente» y además recuerda que «Marruecos es un socio muy importante para la UE, con el que hay que mantener buenas relaciones». El pasado año, este país recibió 205 millones de euros en ayudas europeas, las más generosas con un país de la vecindad. Además, para Landaburu, un veterano de la política europea, la intervención marroquí se produjo porque el Polisario ganó la batalla dentro del campamento, politizando la protesta, lo que provocó la intervención de Marruecos para desmantelar las haimas. Y «ellos [el Polisario] ya estaban preparados para armar follón». Y es que Landaburu sí tiene claro que el papel de la prensa española, y, en concreto, el de «algunos medios» que no quiere citar, ha pecado de parcialidad. «Han presentado la realidad totalmente a favor del Frente Polisario. No digo que no sea legítimo, pero no se corresponde con la realidad que estamos investigando», insiste. Como ejemplo, cita el caso del jefe de la Policía del Polisario, Mustafá Salma, quien defendió la vía de la regionalización del Sáhara occidental ofrecida por Marruecos, pero a la que se oponen sus jefes políticos, lo que le ha traído consecuencias. «Lo han arrestado, no se sabe dónde está desde hace meses y se cree que lo han torturado» explica Landaburu, quien lamenta que no apareciese nada en los medios hasta el pasado martes.

Desde el equipo de Ashton dicen que es demasiado pronto para saber si estos incidentes tendrán un impacto en el Estatuto Avanzado. Eso sí, avanzan que se tratará en el próximo diálogo de derechos humanos entre las dos partes, que tendrá lugar el 13 de diciembre.