Valencia

Luna en Valencia

La Razón
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Sacar pecho y aparecer como adalid de la transparencia en política resulta arriesgado; sobre todo si puedes tener algún cadáver escondido. Es lo que presuntamente le ha sucedido a Luna, el líder de los socialistas en Valencia, que no encuentra una factura de casi dos millones de pesetas por unas obras realizadas en su vivienda por un constructor amigo. Él asegura que la ha pagado, pero que no la tiene porque la obra la realizó hace tiempo. Casualmente, cuando abandonó la alcaldía de Alicante pasó a trabajar en la constructora que obtuvo recalificaciones urbanísticas durante su etapa como alcalde y que, también casualmente, es la que realizó el trabajo en su casa y la más contratada, con el 26% de volumen de contratos totales hechos por el consistorio alicantino con Luna como alcalde. El actual portavoz del PSOE en Las Cortes valencianas, al que también se le atribuyen presuntas irregularidades por fraccionar adjudicaciones a esta misma empresa, ha utilizado informes policiales que se hallaban bajo secreto de sumario en el «caso Gürtel» para zaherir a Camps por el asunto de los tres trajes. Ahora es él quien se halla en la disyuntiva que exigió dilucidar al líder «popular»: demostrar su inocencia o marcharse. También hace tres años, el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, tuvo que dimitir, presionado por Ferraz, porque un empresario le pagó la obra de su domicilio. La diferencia para que en este caso el PSOE no se dé por enterado ¿estribará en que el «caso Pla» nació en el seno del PSOE y el de Luna fuera? ¿O habrá algo más?