Pekín

Y si fuera un ataque bacteriológico

Aunque Alemania asegura que la bacteria letal está en la soja, se abren todas las hipótesis

Las víctimas mortales a causa de la E. coli en Alemania superan ya la treintena.
Las víctimas mortales a causa de la E. coli en Alemania superan ya la treintena.larazon

Un mes buscando el foco responsable de la muerte de 32 personas da para muchas especulaciones y multitud de teorías. Y, si añadimos la ineficacia de las autoridades sanitarias alemanas que, por intentar evitar un clima de alarma entre la población, vetaron alimentos y perjudicaron a numerosos restaurantes, es lógico que algunos expertos duden del fin de esta crisis. «Dicen que tienen evidencias, pero yo no estoy convencida de que la crisis termine con la soja», explica la profesora de Microbiología de la Universidad de Navarra, Isabel García Jalón. «Es posible que el foco no llegue a encontrarse», añade Joaquín Moreno, microbiólogo de la Universidad de Almería.

Días antes de declarar inocente al pepino español, algunos periódicos sensacionalistas alemanes planteaban la duda del ataque bacteriológico. Una tesis demasiado cinematográfica para que los expertos la consideraran, pero que entra dentro de cualquier valoración dentro del protocolo de valoración de riesgos sanitarios. El coordinador de la Red de Alertas Biológicas de España (Relab), Luis Martín Otero, es uno de los mayores expertos de bioterrorismo de nuestro país: «Es una de las posibilidades que están abiertas. Después de que transcurrieran tantos días sin dar con la fuente, se empezó a abrir la hipótesis», explica. «La amenaza biológica está latente constantemente ­–prosigue– y eventos recientes como la muerte de Ben Laden acentúan el peligro. Cuando se produce un brote como el que se ha desarrollado en el norte de Alemania, lo primero que se realiza es un análisis de riegos para evaluar la situación de todo el país y sus posibles amenazas, pero en este caso, se consideró una crisis agrícola, no sanitaria, y por ello «se ha ralentizado tanto su detección».
Mateo del Pozo, investigador del CISA-INIA y experto en E.coli, descarta el uso de esta bacteria en un posible ataque, su inestabilidad la hace poco manejable e, incluso peligrosa para el propio creador. «Esta crisis no sigue los patrones de un ataque porque el contagio de persona a persona ha sido muy limitado y el brote, si hubiera sido un ataque, habría contagiado a toda Europa», asegura. La seña de identidad de este tipo de ataques es que se difunda lo más rápido posible y no ha sido así. El perfil del contagiado es muy específico: vivir o haber visitado el norte de Alemania, haberse relacionado con una persona que cuide poco su higiene, haber consumido el alimento contaminado, ser preferentemente mujer, mayor de 60 años y tener un sistema inmune comprometido. «¿No son demasiadas variables?», se pregunta el experto de la Universidad de Almería. A estas variables hay que sumarle lo difícil que sería obtener una cepa de E. coli que, verdaderamente, sea letal. «La bacteria es muy resistente y se multiplica cada 20 minutos, lo que la convierte en un organismo muy cambiante. Por ello, un bioterrorista lo que diseñaría sería algo salvaje y con un poder de matar muy elevado. Si de verdad quisieran crear una guerra bacteriológica utilizarían la viruela porque obligaría a vacunar a todo el planeta», afirma Del Pozo. «No hay que alarmar pero sí que hay que informar porque en nuestro país también podría ocurrir. Es una amenaza internacional», concluye el coordinador de Relab. Al ataque bacteriológico se suman las tesis de grandes personalidades como Luc Montagnier, premio Nobel de Medicina 2008. «Resulta contradictorio el origen del brote en una única plantación y el contagio a cerca de 2.000 personas por una misma bacteria». Montagnier respondió a preguntas de LA RAZÓN durante una conferencia sobre hábitos para prevenir enfermedades crónicas en el SHA Wellness Clinic del Albir, en l´Alfàs del Pi. El científico abre otra vía: «Yo apostaría por encontrar el origen en los antibióticos. Una línea de investigación que también apoya el doctor Vicente Mera, especialista en medicina interna. «No es más que una hipótesis, pero tanto en medicina como en veterinaria, en Europa abusamos en exceso de los antibióticos», explica Mera. Esto explica los hallazgos de varios científicos de Pekín que descubrieron que la nueva cepa era resistente a ocho antibióticos. «En el mundo bacteriano, es muy frecuente que existan fragmentos de material genético que codifican específicamente para la resistencia a los antibióticos», añade.


«El origen está en los antibióticos»
«Puede que la contaminación tenga un origen humano. Y es que la E. coli es una bacteria del intestino grueso muy conocida». Y lejos de buscar en las aguas fecales el origen de la bacteria, Luc Montagnier, Nobel de Medicina por el descubrimiento del virus del Sida, abre otra vía: «Yo apostaría por encontrar el origen en los antibióticos. Se está abusando de ellos en la producción animal», deja caer el Nobel. No es el único que sostiene esta misma tesis.