Otro accidente de tráfico se cobra la vida de cuatro personas en Salamanca

Salamanca- Nueva jornada negra en las carreteras de Castilla y León, donde perdieron la vida cinco personas. El suceso más grave sucedía en la Autovía A-62 entre Salamanca y Ciudad Rodrigo donde fallecían cuatro personas tras cruzar un turismo, un Peugeot 207, la mediana de la A-62 y colisionar contra otro vehículo, una Chrysler Voyager, a la altura de la localidad de Carrascal de Barregas. Las primeras investigaciones apuntan que el motivo del accidente podría haber estado en una distracción y en el exceso de velocidad.
Como consecuencia del impacto fallecían los tres ocupantes del Peugeot, todos ellos de nacionalidad portuguesa, así como la acompañante del Chrysler, una ciudadana belga de 61 años, que hubo de ser excarcelada del vehículo. La violencia del choque provocó que dos de los cadáveres quedaran tendidos sobre el asfalto. En el siniestro también se vio implicado un tercer vehículo, en el que viajaba una pareja española que resultaron heridos leves.
Junto a los bomberos, hasta el lugar del suceso también se desplazó una ambulancia de soporte vital básico, otra medicalizada y el helicóptero del Sacyl, así como agentes de la Guardia Civil, que tuvo que regular el tráfico, interrumpido en ambos sentidos en los minutos posteriores al trágico accidente.
Mientras, un hombre de 86 años fallecía en un atropello que tenía lugar en la localidad palentina de Valdecañas de Cerrato. El suceso ocurría sobre las diez de la mañana cuando una furgoneta conducida por un hombre, que resultó ileso, atropellaba al peatón cuando cruzaba la carretera PP-1302.
Demasiada velocidad
Precisamente en la jornada de ayer, la DGT lanzaba una serie de advertencias, así como una campaña especial de concienciación y control sobre el respeto a los límites de velocidad.
Durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán los controles de velocidad, estableciendo servicios de vigilancia en unos 2.000 tramos de carretera con los 264 radares móviles de que dispone, con el objetivo de controlar la velocidad de, al menos, 100.000 vehículos diarios en las carreteras. Dicho control será prioritario en las carreteras convencionales que es donde se producen más del 70 por ciento de los accidentes con víctimas mortales en carretera.
Un estudio reciente realizado por el Instituto Universitario de Investigación revela que la velocidad fue un factor concurrente en el 31 por ciento de los accidentes mortales ocurridos el pasado año. Y es que, en verano, la velocidad media aumenta alrededor de los tres kilómetros por hora.
Un cinco por ciento de reducción en la velocidad media de circulación supone un descenso del 20 por ciento de los accidentes mortales y que 224 personas fueraon puestas a disposición judicial por grandes excesos de velocidad, la gran asignatura pendiente en las carreteras.