El líder popular precisa que siempre ha respetado las decisiones judiciales

«¿Estamos ya en cerrado?». Mariano Rajoy dejó ayer a su Comité Ejecutivo la sensación de que se había pasado toda su intervención en abierto a la Prensa con la cabeza puesta en otra cosa, en concreto, en la aclaración que quería hacer sobre sus manifestaciones de la pasada semana en relación a Francisco Camps y a la decisión que mañana adopte el Tribunal Supremo (TS) sobre el «caso de los trajes». De hecho, a los asistentes llamó bastante la atención las veces que se trabucó en su discurso en abierto, como si realmente estuviera pensando en otro asunto. Cuando certificó que no había micrófonos, aclaró que se habían «malinterpretado» sus palabras. De aquella entrevista en Onda Cero se extractó la frase de que «Camps será candidato, diga lo que diga la Justicia». Según explicó ayer Rajoy, lo que quiso decir es que el TS no decide si le condena o no, sino, simplemente, si archiva la causa o la reenvía al Tribunal Superior de Justicia de Valencia para que continúe investigando. El líder popular puso especial empeño en negar que a él no le importe lo que decidan los tribunales, consciente de la sorpresa que en el PP habían causado sus declaraciones. La Ejecutiva oficializó el nombramiento de Romay Beccaría como tesorero. Cristóbal Paéz dejará la gerencia. Ana Mato informó de que el PP supera los 800.000 afiliados.