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Manifestación en Navarra para reclamar el acercamiento de presos de ETA

Cientos de personas han participado hoy en Barañáin (Navarra) en una manifestación y en un acto político convocados por el colectivo Egin Dezagun Bidea para denunciar la dispersión de los presos de ETA, al considerarla "una fuente continua de sufrimiento y un auténtico anacronismo".

Los participantes han tenido un recuerdo especial para Sara Fernández y Karmele Solaguren, vecinas del Casco Viejo pamplonés y de Barañáin, quienes murieron hace ocho y siete años, respectivamente, en sendos accidentes de tráfico sufridos cuando iban a visitar a un amigo preso, la primera, y a su hijo, la segunda.

Los organizadores han mostrado además, en un comunicado, su temor "por los cientos de personas que se juegan la vida todos los fines de semana, luchando contra la climatología y las carreteras heladas, recorriendo mil kilómetros de ida y mil de vuelta para poder ver a sus seres queridos durante cuarenta minutos a través de un cristal".

"Creemos que ésta es una situación límite con la que hay que terminar ya, porque mantener la dispersión lo único que hace es echar sal en la herida de miles de personas que también se merecen un poco de paz", han subrayado.

Han pedido por tanto el final de la dispersión "porque es una cuestión que afecta a los derechos más elementales y requiere una solución inmediata, porque es una fuente continua de sufrimiento y un auténtico anacronismo en los tiempos políticos que vivimos".

Sin embargo, han considerado "evidente"que los gobiernos español y francés "no tienen ninguna prisa por cambiar su política penitenciaria y por eso, han incidido, "es tan importante la movilización social".

Desde esta convicción, los congregados, entre 400 y 500 personas, según la Policía Municipal de Barañáin, han partido en manifestación pasadas las 17:30 horas del domicilio en el que vivía Karmele Solaguren.

Tras una pancarta en la que se leía "Acabemos con la dispersión. Euskal presoak etxera", los manifestantes han recorrido diversas calles de este municipio para terminar en el frontón Retegi, donde ha tenido lugar el acto político.

Durante el trayecto, los reunidos han proferido consignas en contra de la dispersión, a favor del acercamiento de los presos y la amnistía y de recuerdo a las dos mujeres fallecidas.

Arkaitz Solaguren, como representante del colectivo organizador, ha señalado a los periodistas que tanto el acercamiento de presos a cárceles de Euskal Herria como que estén en libertad los que hayan cumplido condena o estén gravemente enfermos, "son sus derechos".

Aunque ha reconocido que igual en estos momentos este objetivo "se puede ver un poco más cerca", ha asegurado: "Hasta que no veamos al último preso político vasco en la calle no vamos a dejar de pedir sus derechos".

En la actualidad, según dicho colectivo, hay 102 presos navarros dispersados por los Estados español (78) y francés (24), a una media de 680 kilómetros de sus lugares de origen, mientras que 33 se encuentran a más de 800 kilómetros y 7 a más de 1.000.

Durante esos últimos 22 años han sido 16 los familiares que han resultado muertos al ir a visitarlos y "cientos"los que han sufrido heridas "en más de 400 accidentes de tráfico".