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El Cairo

La Cruz Roja destapa la agonía de Sirte

La organización logra entrar en la ciudad libia, cercada desde hace semanas por milicias antigadafistas

El bloqueo de la ciudad por los rebeldes impide la entrada de víveres. Escasean los suministros básicos y los hospitales están desabastecidos
El bloqueo de la ciudad por los rebeldes impide la entrada de víveres. Escasean los suministros básicos y los hospitales están desabastecidoslarazon

 Tal y como había sido vaticinado y se temía, la batalla por Sirte está siendo larga, difícil y sangrienta. El control de la última ciudad importante en manos de los hombres de Gadafi se disputa desde hace tres semanas y la población civil es la que más está sufriendo la violencia. Este fin de semana, el presidente rebelde, Mustafa Abdelyalil, anunció una tregua de dos días para permitir a los civiles abandonar la ciudad, en la que se habría establecido un corredor humanitario para permitir su evacuación de forma segura, pero todo apunta a que la violencia no ha cesado en las últimas 48 horas por parte de ninguno de los dos bandos.

Las familias que consiguieron salir de Sirte durante el fin de semana relataron que los disparos son indiscriminados dentro de la ciudad, donde escasean los suministros básicos. La Cruz Roja Internacional consiguió finalmente entrar a Sirte el sábado pasado, después de haber pedido autorización a ambos bandos en conflicto, pero la organización no pudo permanecer y trabajar dentro de la ciudad debido a la falta de seguridad.

El equipo de la Cruz Roja consiguió entregar suministros sanitarios vitales para el hospital de Ibn Sina, en el centro de Sirte, donde 200 pacientes necesitan tratamiento urgente. El centro médico carece de oxígeno y carburante para los generadores eléctricos con los que funciona, porque el suministro eléctrico no es regular, al igual que el del agua. También los alimentos, sobre todo los infantiles, el agua potable y los productos higiénicos escasean, según la Cruz Roja. La organización ya había facilitado ayuda humanitaria a unos 10.000 refugiados que han huido de la violencia en Sirte y había pedido anteriormente poder entrar al núcleo urbano para verificar la situación de la población civil.

La ciudad está completamente rodeada por las fuerzas revolucionarias, que están asediándola, al igual que las tropas de Gadafi hicieron con las ciudades rebeldes. Éstos están contando además con la ayuda de la OTAN, que sobrevuela la zona y ayer bombardeó una decena de objetivos en las cercanías de Sirte. El Consejo Militar de Misrata, que lidera la ofensiva de Sirte desde el este, aseguró a LA RAZÓN que la protección de los civiles es la prioridad, como han asegurado los rebeldes y por ello estarían tardando tanto tiempo en hacerse con la ciudad. Según el Consejo de Misrata, muchos habitantes de Sirte siguen apoyando a Gadafi porque están manipulados y engañados, mientras que otros están tan vinculados con el régimen y tienen las manos manchadas de sangre, que no les queda otra opción sino morir luchando. Entre ellos estaría el hijo de Gadafi, Muatassim, y su portavoz, Musa Ibrahim.

Varios miembros de su familia han sido arrestados cuando intentaban huir de Sirte la semana pasada y circularon rumores sobre la detención del propio Ibrahim –vestido de mujer para poder escapar sin ser reconocido–, finalmente desmentidos por los rebeldes y por él mismo: en una llamada telefónica al canal de televisión Al Rai, con base en Siria y que se ha convertido en la voz de los gadafistas, confirmó estar en su ciudad natal, Sirte.
Mientras, siguen las incógnitas sobre el paradero de Gadafi, aunque el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo creer que el coronel ha escapado al desierto y estar rezando por él. Además de Sirte, todavía resiste la localidad de Beni Walid, a 140 kilómetros al sureste de Trípoli, a la que la Cruz Roja también ha solicitado acceder, ya que se desconoce la situación en la que viven los civiles.

La oposición siria se organiza
Por otra parte, la situación libia se está convirtiendo en un ejemplo para otros países de la zona. Ayer mismo, la oposición siria formó un Consejo Nacional a semejanza del libio. Después de más de medio año de revueltas y unos 3.000 muertos, los revolucionarios sirios han creado un Consejo Nacional que reúne a todas las fuerzas que buscan derrocar al régimen del presidente sirio Bashar al Asad. El Consejo Nacional Sirio quedó constituido ayer en Estambul (Turquía) por todos los grupos de la oposición y para «representar la revolución dentro y fuera de Siria», según su exponente más destacado, Burhan Ghaliun.

 

La huida de los civiles
Los coches, camiones y autobuses repletos de enseres de los ciudadanos que huían de Sirte formaban ayer largas colas en los controles establecidos por las fuerzas del Consejo Nacional de Transición libio (CNT) a la salida de la ciudad. Quienes han logrado escapar cuentan los problemas que sufren en el suministro eléctrico y en el de agua potable, que complican la vida cada día más. En teoría los civiles aprovechan el alto el fuego declarado el pasado viernes por el CNT, pero un grupo del Comité Internacional de la Cruz Roja ha podido constatar que durante el fin de semana también se han registrado combates.