Londres

Opie trae «el gran baile del mundo»

El IVAM reúne 35 de sus obras «pop» 

Julien Opie posa ante una de sus obras, ayer, en la exposición
Julien Opie posa ante una de sus obras, ayer, en la exposiciónlarazon

«Observo a la gente pasear por la calle. Los transeúntes crean una coreografía interactuando al cruzarse unos con otros, todos estamos en movimiento», dice Julien Opie (Londres, 1958) para justificar una de sus obsesiones: el individualismo y la interacción entre los humanos que marcan su carrera. Una «mirada pop» que se plasma en 35 obras expuestas en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), y que intenta retratar «la gran coreografía del mundo» que aprecia el británico. Las obras de Opie toman como referencia la figura humana envuelta en su quehacer cotidiano. «La coreografía es la formalización del movimiento. He plasmado todo tipo de movimientos, desde los más primarios hasta los más sutiles, como el de los ojos», señala el artista, que crea tanto pinturas en lienzo, pantallas de cristal líquido (LED) o esculturas, presentadas con un envoltorio «pop»: colores vivos y una gran influencia de ilustradores como Hergé. Aunque Opie no se reconoce como un artista pop, sí comparte la visión «optimista» de esta corriente y el protagonismo que adquiere en ella la gente corriente, porque es la «manifestación plástica de la cultura popular», según dijo ayer en la presentación de la muestra, informa Efe.Partir del cuarto de baño «Cualquiera puede ser un gran modelo, porque somos agentes individuales convertidos en símbolos de la humanidad. Ésta es la realidad que me interesa», sostiene. Para llegar a dicha concepción artística, Opie comenzó dibujando paisajes, coches y edificios; después añadió animales, y posteriormente introdujo la figura humana a partir «de los símbolos que se emplean en los cuartos de baño» hasta generar un patrón propio que se convirtió en icono. Los retratos de esta exposición, que describen su evolución hasta líneas cada vez más desdibujadas y carentes de identidad, reflejan «la destrucción de la identidad humana por la sociedad de consumo». Las esculturas, de gran formato, construidas con madera en blanco y culminadas con dibujos, evocan el baile, mientras que los paneles LED sugieren el carácter bidimensional de las personas. «Todos tenemos una personalidad doble. Existimos en la tensión que genera ser un individuo en la sociedad y un ser un animal por naturaleza», según Opie.

DÓNDE: Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).CUÁNDO: hasta el 18 de julio. CUÁNTO: 2 euros. Domingos, gratuito.