Barcelona

El templo asimila que ya es basílica

Las miles de fotografías que cada día captan el esplendor de la Sagrada Familia tienen más significado desde el pasado domingo. La obra proyectada por Antoni Gaudí se dio a conocer al mundo, aún más si cabe, con la retransmisión del la dedicación del templo por Benedicto XVI, y ayer, muchísimas personas se acercaron hasta la nueva basílica de la Ciudad Condal para palpar in situ la belleza que la televisión llevó hasta todos los rincones del mundo.

Los alrededores de la Sagrada Familia recobraron ayer la normalidad aunque varios detalles, como el atril donde el Papa rezó el Ángelus, recordaban la ceremonia multitudinaria
Los alrededores de la Sagrada Familia recobraron ayer la normalidad aunque varios detalles, como el atril donde el Papa rezó el Ángelus, recordaban la ceremonia multitudinarialarazon

Mientras numerosos operarios se afanaban por recoger todo el material desplegado en el entorno de la Sagrada Familia con motivo de la dedicación del templo por el Papa –vallas, plantas, pantallas, etc–, no cesaron de llegar grupos de turistas, familias y jóvenes de todas las nacionales para visitar la novena basílica de Barcelona. Poco importó que se levantara el viento y que el frío hiciera aparición en la ciudad. La cola para lograr hacerse con una entrada al templo se extendió por la calle Provença y los osados visitantes aguardaron incluso más de una hora a la intemperie. «Ayer estuvo el Papa aquí», comentaba un grupo de turistas durante la espera. Otros ojeaban un diario que daba buena cuenta de la visita de Benedicto XVI a Barcelona.

«Nosotros estuvimos ayer (por anteayer) aquí, asistimos a la Santa Misa, y hoy (por ayer) hemos querido volver para entrar y verla con más tiempo y tranquilidad», declaró un hombre original de Cáceres. «La nave central es impresionante», añadió. Precisamente, otro de los motivos para visitar el templo es que esta parte de la Sagrada Familia está totalmente acabada y ya no queda ningún plástico ni andamio que tape cada uno de los detalles arquitectónicos y religiosos ideados por Gaudí. Y como curiosidad, ayer seguía colocado, ante la fachada del Nacimiento, el atril donde el Papa rezó el Ángelus a modo de recuerdo de lo que unas horas antes había ocurrido en ese mismo lugar.

Muy contento

«Normalmente los lunes siempre viene mucha gente porque los museos están cerrados, pero hoy se nota que hay un poco más», apuntaba uno de los agentes de seguridad del templo cuando otro le cortó y avisó que «¡llega gente diciendo que ha visto por la televisión que la entrada es gratuita!». De momento, la entrada a la basílica segue costando doce euros. Y es que, el próximo objetivo es lograr acabar lo que Gaudí ideó antes de 2026, cuando se conmemore el centenario de su muerte.

De hecho, los trabajos en la parte superior de la Sagrada Familia retomaron su actividad normal y sin pausa, como si nada hubiese cambiado de un día a otro. «Yo controlo esta maquinaria que ves aquí abajo y la verdad es que tal y como se llevaron las cosas las volvieron a colocar en sus sitio», explicó uno de los técnicos. Sin ir más lejos, Joan Rigol, presidente de la junta constructora, apuntó que «tenemos que arreglar el ruido de las obras».

Ya que, desde hace dos días en la Sagrada Familia se puede rezar –aunque la misa se seguirá haciendo en la cripta–. En este sentido, otra de las asignaturas pendientes es, según Rigol, «mejorar la condición del templo, que la gente se de cuenta de que hay quien quiere rezar».

Por su parte, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, señaló que el Papa le manifestó su satisfacción y le aseguró que se ha llevado un recuerdo «inolvidable» de su visita y de la acogida recibida.