Land Rover ayuda a las especies en peligro

Hay varias especies en vías de extinción en la península Ibérica. El águila real, el oso pardo, el lince, el quebrantahuesos... Razas que luchan por su supervivencia en un entorno agresivo que les impide reproducirse. Para ayudarles han surgido algunas asociaciones que sólo viven de las suscripciones y de las ayudas de las empresas privadas.
Todas estas asociaciones tienen un punto en común: necesitan los mejores vehículos para acceder a los lugares donde estas especies desarrollan su vida. A veces en cumbres escarpadas o terrenos resbaladizos, como el barro o el hielo. Land Rover, que tiene los mejores vehículos para este tipo de trabajos, ha organizado una competición de aventura con la presencia de algunos famosos que han disfrutado de la experiencia. Como resultado final, la asociación que protege al oso pardo se ha ganado un Land Rover Defender a estrenar, valorado en más de treinta mil euros, que en breve colaborará con la ayuda de nuestros osos en la cordillera cántabra y en los Pirineos.

Premios
El Land Rover Discovery Challenge nació con vocación de aventura, sobre todo solidaria, con un profundo respeto por el medio ambiente, ya que como el presidente y consejero delegado de la marca, Luis Antonio Ruiz, ha declarado: «En épocas de crisis estas fundaciones sufren mucho, es por eso que hemos decidido organizar una competición de estas dimensiones». Land Rover seleccionó cinco fundaciones y seis proyectos que optaran al premio de la I Edición del Land Rover Challenge: Fundación Quebrantahuesos, Fundación Oso Pardo, Estación Biológica de Doñana, «Proyecto Lince Ibérico», Adena con los proyectos «Lince Ibérico y Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega» y el Centro de Estudios da Avifauna Ibérica de Portugal (CEAI).
Durante los dos días que duró la challenge, los representantes de las asociaciones han podido poner al límite los Discovery, un modelo de Land Rover que combina la efectividad mecánica del modelo Defender con un nivel de lujo y equipamiento que se acerca a sus hermanos mayores, los Range Rover. Desde atravesar cauces de río, hasta superar rampas y desniveles muy acusados, pasando por carreras sobre pistas forestales... los quince vehículos participantes superaron sin averías todas las pruebas demostrando que es una marca que lleva en su genética el enfrentarse a las condiciones más duras y, a la vez, viajar con la comodidad de un turismo de alta gama sobre las carreteras de asfalto.
La evolución de la electrónica aplicada al automóvil ha provocado además que las operaciones específicas, como los controles de descenso, la introducción de las marchas reductoras, los sistemas de control de tracción para las diferentes condiciones del piso... sean fáciles de manejar y se varíe el programa de trabajo para una determinada dificultad con sólo apretar un botón en el salpicadero.