África

Atenas

Las «amazonas» del coronel hablan: de guardaespaldas a esclavas sexuales

Eran, en teoría, la demostración más palpable de que la revolución libia era popular, socialista e igualitaria.

Las guardaespaldas de Gadafi denuncian haber sido violadas por el dictador
Las guardaespaldas de Gadafi denuncian haber sido violadas por el dictadorlarazon

Constituían el cuerpo paramilitar más envidiado y, sin duda, original del mundo árabe. Nadie, ningún jefe de Estado musulmán, tenía una guardia de 400 mujeres como la que garantizaban la seguridad del líder de la Yamahiriya libia en todos sus desplazamientos. Nadie podía presumir, como Gadafi, de dar oportunidades a las mujeres en un entorno cultural en el que su papel se reducía en muchas ocasiones al de meras comparsas.
Eran las «amazonas» del coronel, de las que se llegó a decir, en un evidente juego morboso, que todas eran vírgenes. Entrenadas en la academia militar fundada específicamente para ellas en Trípoli en 1983, se decía que eran expertas en manejo de armas, pilotaje de helicópteros y defensa personal. Eran, se decía también, madres y esposas modelos. Eran, en resumen, el ejemplo perfecto de la revolución perfecta. Al menos, así lo «vendió» al mundo el excéntrico coronel durante muchos años. Un mito que ahora se ha evaporado. Los testimonios de cinco de ellas, recogidos estos días por un psicólogo de Bengasi, dejan claro que estas mujeres estaban más cerca de la esclavitud sexual que de la eficacia militar. Al menos así las utilizaba el entorno del dictador. Y eso a pesar de que una de ellas, Aisha, tuvo el valor y la profesionalidad suficientes para morir en defensa de su líder cuando este fue tiroteado en Atenas en 1988. Otras siete resultaron heridas en el mismo incidente. Pero eso parece que fue la excepción. Caído el régimen, una de estas guardaespaldas ha contado que fue amenazada para que se enrolase, que el propio Hermano Líder la violó en su guarida de Bab al Aziziya y que también la entregó a sus hijos y a sus oficiales. Un relato que corroboran y amplían las demás, según publica el diario «Times» de Malta. Otra de ellas, de nombre Nisreen, de 19 años, dijo a la CNN que también fue reclutada a la fuerza y violada repetidamente por sus oficiales. Pero lo peor para ella estaba por venir. La obligaron a ejecutar a once rebeldes prisioneros. «Mátale o te mataremos a ti», le ordenaron. Y lo hizo.