Pedro Martínez de la Rosa: «En la F-1 hay que ser un cabrito con cara de ángel»

–Pedro, ¿es de piedra?
–No, pero intento ser un tipo duro. Veinte años en la Fórmula 1 te vuelven duro aunque no quieras.

–O sea, que en la pista hay que ser muy malo...
–Hay que ser un cabrito con cara de ángel. No me considero buena persona.

–Leo: «De la Rosa vuelve al circo de la F-1». ¿Vuelve como enano, tigre o trapecista?
–Vuelvo como trapecista sin red. En la F-1 no hay red.

–Corrió en Inglaterra. ¿Aprendió a circular por la izquierda y a tomar el té?
–Aprendí a conducir por la izquierda y a cambiar con la izquierda.

–Vamos, que se hizo de izquierdas...
–No conozco a ningún piloto de izquierdas. Vamos por la derecha o por la izquierda según convenga.

–Corrió en Japón. ¿Se imbuyó de espíritu zen, se hizo un samurái?
–Allí me hice un tipo duro. Crecí como el bambú: recto y fuerte.

–Ha sido probador muchos años. ¿Una cura de humildad?
–Sí. Aprendes a saber esperar. Es el trabajo más duro en el mundo del motor. Probar para no competir es quitarte cada día el caramelo de la boca.

–Viene de una familia acomodada. ¿Por qué corre si no tiene hambre?
–Siento pasión por la velocidad.

–¿Lleva una pata de conejo en el bolsillo del mono?
–No. Llevo una pequeña Virgen que me regaló mi tía. No soy muy religioso, pero se ha convertido en mi talismán.

–No me diga que le han quitado puntos en el carné...
–En Suiza me retiraron el carné por conducir a 137 km por hora en una autopista en la que sólo se podía ir a 100. Estuve meses sin conducir.

–¿Son culpables de la crisis los que querían ir demasiado deprisa?
–Sin duda. Todos hemos querido ir demasiado deprisa. Ahora son tiempos de curvas; luego llegarán las rectas.

–Muchas chicas guapas en los boxes. ¿Qué les fascina de los pilotos?
–Su inaccesibilidad. Que sean tipos duros. Hay mucha foto y ningún ligue.

–Alonso ha anunciado su separación. Lo tienen difícil con su pareja, ¿no?
–Sí. Nunca estamos donde debemos estar, descuidamos a la mujer.

–Será porque aman más otras curvas...