Nueva York
JLo un huracán en Madrid
La actriz y cantante norteamericana actúo ayer por primera vez en España, en el Palacio de los Deportes, dentro de su gira mundial «Dance again»
Trece años han tenido que pasar para que Jennifer Lopez haya dado por fin su primer concierto en España, en un Palacio de los Deportes de Madrid prácticamente lleno. La espera se rompió pasadas las diez, con una JLo que salió a darlo todo, en un espectáculo de factura hollywoodense, concebido casi como un musical sobre su vida y obra, mostrándose como la diva que es, pero también queriendo dejar claro que todo lo que tiene, que es mucho, se lo ha ganado a pulso. «Get right» –sample incluido de James Brown–, «I'm into you» o «Waitin' for tonight» lo confirmaron desde el principio: la autora de «On the 6» o el reciente «Love?» estaba en plan torbellino, ultraceñida, a golpe de melena y cadera, con toda una corte de bailarines y coreografías de vértigo, subrayando el lado más electrónico de su repertorio.
Una luchadora
Cierto que la voz de la cantante y actriz norteamericana no da para grandes alardes y que a veces incluso se revela más bien justita, pero desde el punto de vista del entretenimiento, el conjunto funciona sin mayor problema, con algunos momentos brillantes, como la transformación del escenario en un ring de boxeo para reiterar, por si alguien aún tenía dudas, que es tan luchadora como la que más. No faltaron tampoco las escenas de «glamour» y lujo, ni las imágenes del Bronx, el barrio de Nueva York donde nació y que sigue siendo la mejor coartada posible para defender la autenticidad de su vertiente más urbana.
Exuberante como pocas, JLo apenas se permitió un respiro con «If you had my love» y la edulcorada balada «Until it beats no more». Antes y después, canciones como «Goin' in» (con el rapero Flo Rida haciendo su parte en pantalla gigante), la poderosa «Jenny from the block» o «Let's get loud», dentro de un concierto al que cabe reprochar cierta racanería en la duración, más aún tratándose de su estreno absoluto en España.
Para el final se guardó su particular revisión de la lambada, «On the floor», tan facilona como efectiva, rematando con «Dance again», tema que da nombre a la gira y que funcionó de forma tan explosiva como cabía prever. No tiene la trayectoria de Madonna, no juega con el escándalo como Lady Gaga y tampoco tiene la capacidad de Beyoncé, pero Jennifer Lopez hizo ayer en Madrid una demostración de poderío que sirvió para recordar que, si de divas se trata, también hay que contar con ella.
Madridista confesa
Lo avisó, vía Twitter, dos horas antes de que arrancase su concierto: «¡Hola Madrid! Les veo en el Palacio de los Deportes después del clásico. ¡Muy emocionada! Les prometo el mejor afterparty». No faltaron luego los guiños al Real Madrid, como si respondiera así a Lady Gaga, que el sábado se había enfundado la elástica del Barcelona.
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