Londres

Bacon realismo total

Franck Maubert presenta sus charlas con el creador de la «pintura clínica»«Conversaciones con Francis Bacon»Franck MaubertAcantilado.118 páginas, 12 euros.

La Razón
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Es uno de los grandes pintores del siglo XX y su arte sigue sin ser encapsulado en ninguna corriente. «Sólo intenté hacer lo que hizo Picasso», dijo más de una vez Francis Bacon, que tampoco jamás ocultó su admiración por Velázquez y por Van Gogh y que en este libro, donde conversa con Franck Maubert, se muestra tal como es: distendido, en su desordenado taller, charlando sobre el arte, sobre las pasiones, sobre la muerte, sobre la vida. «La vida es chocante», le dice en un momento Bacon a Maubert, quien en los años ochenta trabajaba como periodista en la sección de arte de «L'Express». Quedar con Bacon y conversar con él en Londres o en París le resultó fácil. «Hablar le divertía, le excitaba. Hablar era también un arte para él», recuerda Maubert en el libro, y por eso no se privó de preguntarle nada a Bacon, con la certeza de que el pintor irlandés le respondería sobre el tema que fuera: el cine de Buñuel, su pasión por el juego, su gusto por la buena bebida, como también su relación con el dinero.

«Sí, es verdad, ha ocurrido alguna vez. ¿Qué importancia tiene?», le contesta Bacon a Maubert cuando éste le pregunta si es verdad que tenía la costumbre de regalar dinero a gente que no conocía. Un artista, Bacon, cuya obra, diez años después de su muerte, es una de las más cotizadas del mercado.

«Cuando doy la primera pincelada sobre la tela, no sé adónde voy», dice en otro paisaje Bacon, como si allí no sólo se resumiera su método de composición, sino también su originalidad: lo que él llama la pintura clínica. O lo que es lo mismo: realismo total, «el deseo de transmitir una realidad en su fase más desgarradora».