Un Mundial solidario

España quiere el Mundial 2018. Ante rivales tan cualificados como Inglaterra o Rusia, España ofrece garantías de capacidad organizativa y experiencia, representa un fútbol del máximo nivel y una sociedad democrática, sóli- da y profesionalizada. El Gobierno inglés ha dado a su candidatura más de veinte millones de euros procedentes de capital público y privado. Rusia se presenta como una opción política respaldada al más alto nivel por el propio Putin. España, con Portugal, representa una solicitud federativa nacida del seno del fútbol. Ese origen y destino, el propio deporte, necesita un respaldo absoluto de los poderes públicos y del capital.Inglaterra ha evaluado en 3.400 millones de euros los beneficios por organizar el Mundial. No se trata de salvar la crisis política, económica y financiera a costa del Mundial. Sin embargo, sí conviene al país y a sus arcas, a la sociedad, en definitiva, que nos lo concedan. Generará puestos de trabajo, riqueza y consumo. La constru- cción de nuevos estadios, las infraestructuras necesarias, las obras y la creación de grandes superficies entrañarán progreso. El fútbol no va a arreglar el país, pero sí puede ser de gran utilidad. Es posible, e incluso probable, que Ángel María Villar pudiera conseguir el Mundial 2018 él solo, dado su extraordinario predicamento en el mundo entero. Sin embargo, conviene prestarle a la candidatura los mayores apoyos posibles. Debemos colaborar, sin limitarnos a mirar como observadores de un posible premio final. El Mundial es de todos y para todos. Por ello, necesitamos el esfuerzo de todos los sectores. Ayuda y solidaridad.