El piloto del futuro es mexicano

MADRID- Sergio Pérez se ha convertido en la sensación de la pretemporada de Fórmula Uno. Es mexicano y no pertenece a ningún programa de pilotos ni a ninguna fábrica de automóviles. Ha aterrizado en la F-1 por su talento y gracias al apoyo de Carlos Slim, un compatriota que según la revista «Forbes» es el hombre más rico del mundo con una fortuna estimada en 74.000 millones de dólares.
Sergio Pérez se subió a un kart a los seis años y desde entonces no ha parado de progresar. Su palmarés apenas incluye títulos, pero en todas las competiciones en las que ha estado presente ha brillado a gran altura. Ha llegado a la F-1 con 20 años y una buena formación después de pasar por los mejores equipos en cada campeonato. En Montmeló ayer llamó la atención por marcar el mejor tiempo en los entrenamientos libres. El mexicano hizo mucho ruido. Estos ensayos no son una referencia muy clara porque nunca se conoce el grado de igualdad reglamentaria, pero Sergio Pérez mostró los detalles que le pueden convertir en uno de los grandes del Mundial en un futuro cercano. Esta temporada afrontará su debut en la categoría reina con Sauber, que ha recibido la inyección de dinero que buscaba desde hacía tiempo gracias al patrocinio de Telmex. En su primer año buscará la experiencia que le falta y después intentará hacerse con un hueco entre los mejores. Quienes han trabajado con él afirman que es rápido y que tiene un gran sentido de la puesta a punto.
Mientras tanto, hoy se espera en Montmeló la llegada de Fernando Alonso, que probará a fondo todas las modificaciones introducidas en el F150 Italia, algunas de ellas copiadas directamente de alguno de sus rivales. El asturiano entrenará hoy y mañana, aunque la llegada de la lluvia puede trastocar sus planes antes de dar por concluidas sus pruebas a la espera de la primera cita del calendario en Australia el último fin de semana de marzo.