España

La inmigración recibe más que aporta

La idea de que los inmigrantes quitan el trabajo a los españoles persiste, aunque también es cierto que pierde fuelle en medio del oscuro escenario económico en el que nos encontramos inmersos. Un 38% sigue pensando así, un porcentaje que, aunque parece abultado, se encuentra por debajo del 43% registrado en 2009.

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Ahora bien, los españoles se sienten especialmente perjudicados por la inmigración cuando hablamos de sueldos. Más de la mitad (el 52%) cree que la incorporación de los extranjeros al mercado laboral ha provocado una bajada de salarios, aunque también hay que decir que esta proporción era mayor en 2009, en que alcanzó un 62%. ¿Qué ha ocurrido para que se haya producido un ligero cambio de tendencia? «Podría deberse al reconocimiento de que los inmigrantes se han visto desproporcionadamente afectados por los males económicos y del mercado laboral de España (registran una tasa de paro del 30%)», concluye el informe «Transatlantic trends immigration», un estudio de la Fundación BBVA que examina la percepción de los ciudadanos sobre el grado de apoyo a la inmigración y a las políticas que aplican los distintos países. En esta edición, los países incluidos han sido EE UU, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y España.

«Sangría fiscal»

Y si tocamos el asunto de las prestaciones sociales, en todos los países la mayoría cree que la inmigración constituye una «sangría fiscal» en la medida en que recurren más a los servicios educativos y a la Seguridad Social de lo que aportan con sus impuestos a la sociedad. No obstante, más de la mitad de los españoles (el 56%) está de acuerdo con que se preste asistencia sanitaria gratuita a los foráneos tanto si tienen una situación regularizada en España como si no tienen los papeles en regla. En este aspecto, los ciudadanos del Reino Unido tienen una opinión alejada de los españoles o menos generosa. Sólo dos de cada diez son partidarios de esta opción.

No obstante, en general, la percepción de la inmigración es negativa en todos los países en cuanto a que se mantiene la idea de que es vista más como un problema que como una oportunidad. Esta opinión ha permanecido estable durante los últimos tres años y parece no querer cambiar. Tampoco las políticas migratorias de los países son satisfactorias para la mayoría de ciudadanos.


La integración, aún pendiente
- En la mayoría de los países europeos, a excepción de Canadá y EE UU, la integración de los extranjeros sigue siendo la gran asignatura pendiente. España es el único país europeo donde la mayoría, el 54%, cree que los foráneos se integran bien. Sin embargo, esta visión cambia cuando hablamos de los musulmanes. Españoles (42%) y alemanes (36%) son los más excépticos.