Novela
Las amigas
Me manda mi amiga Reyes un mensaje en el que me narra una historia que quiero compartir con los lectores. Al parecer asistió a una conferencia en Stanford que versaba sobre la conexión mente-cuerpo y la relación entre el estrés y el malestar físico, en la que el orador, jefe de Psiquiatría del hospital, señaló, entre otros asuntos, que una de las mejores cosas que un hombre puede hacer por su salud es casarse con una mujer, mientras que una mujer, una de las mejores cosas que puede hacer por la suya es cultivar su relación con sus amigas. Alguien pensó que la cosa iba en broma hasta que el conferenciante se puso a desmenuzar los pormenores de su teoría.
Los hombres hablan entre ellos de sus actividades, del trabajo, los deportes, los coches, las finanzas… pero raramente lo hacen de los sentimientos. Las mujeres, por el contrario nos relacionamos de manera diferente, nos proporcionamos sistemas de apoyo que nos ayudan a lidiar con el estrés y las experiencias difíciles de la vida. Es una cualidad, casi física, que permite que, en ese «tiempo para las amigas» que tan inservible suelen considerar los hombres, incluso lleguemos a fabricar más serotonina –que es el neurotrasnmisor que ayuda a combatir la depresión y produce una sensación general de bienestar–.
El médico en cuestión insistió en que mientras los hombres piensan en lo positivo que es para el cuerpo hacer ejercicio y lo poco productivas que resultan las charlas entre amigas de sus mujeres olvidan que el no crear y mantener relaciones personales de calidad con otros seres humanos ¡es tan nocivo para nuestra salud física como fumar!
✕
Accede a tu cuenta para comentar