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El «lavacoches de Montgat» recupera la libertad
Roma/MADRID- Óscar Sánchez ya está libre. El español encarcelado en Italia desde hace 23 meses por un delito que no había cometido fue ayer absuelto por el Tribunal de Apelación de Nápoles. En primera instancia había sido condenado a 14 años de prisión porque el magistrado consideró que era el capo de una red dedicada al tráfico de cocaína entre España e Italia. Sánchez ha sido víctima de los errores de la Justicia italiana y de una suplantación de identidad por parte del criminal uruguayo Marcelo Roberto Marín, quien se encuentra encarcelado en Gran Canaria.
El «lavacoches de Montgat», como se le conoce por el trabajo que hacía en su localidad, cercana a Barcelona, fue liberado después de que la jueza comprobase que su voz no coincidía con la del mafioso uruguayo por medio de un estudio de foniatría y lingüístico. La Fiscalía, que había realizado estas mismas pruebas, y la defensa, que añadía además un exhaustivo peritaje de la Universidad Pompeu Fabra, habían llegado a la misma conclusión: Sánchez era inocente pues las dos voces eran distintas.
Al parecer, la suplantación de identidad por parte de Marín se produjo debido a una irresponsabilidad del español, quien cedió su DNI a una mujer conocida para, según dice, ayudar a un inmigrante indocumentado. Esta persona debió entregar el documento al mafioso, quien lo utilizó para registrarse en un hotel de Roma en el que pernoctó cuando realizaba sus negocios de droga.
La familia del «lavacoches de Montgat» le arropó en el día de su liberación. Frente a la cárcel napolitana de Poggioreale, donde Sánchez ha pasado los últimos 20 meses, su primo, Juan Fernández, explicó que había vivido los momentos previos a la absolución con «sentimientos contradictorios». «Estábamos muy ilusionados porque pensábamos que iba a salir, pero la vez anterior también lo creíamos y al final nos llevamos un chasco». Fernández recordó que la excarcelación de su primo ha sido posible gracias a «la movilización de todo un pueblo». «El Ayuntamiento y todos los vecinos nos hemos volcado con Óscar. Si no hubiera sido así, todo habría resultado más difícil. También han colaborado mucho todas las autoridades españolas», dijo agradecido.
El abogado de Sánchez, Antero Ovoli, compartió la opinión del familiar, pues sin esta presión su defendido «se habría pasado mucho más tiempo en la cárcel».
El letrado calificó la historia de este catalán como un «horror judicial». «Todo nace del error cometido por el perito encargado por el fiscal de hacer la verificación fónica en el proceso de primera instancia. Esta persona, que no sabía ni una palabra de español, dijo que la voz de Óscar era la misma que la del delincuente uruguayo», explicó. Tras un cambio de fiscal, se repitió el estudio y la propia acusación reconoció el error y pidió la liberación del acusado. «Las dos partes estábamos de acuerdo en que era inocente. Sólo faltaba que la jueza se convenciera y lo liberase», dijo Ovoli.
A Sánchez, que viajará hoy a España, le espera una fiesta en Montgat. «Cada viernes hemos hecho concentraciones para recordarlo. Esta semana será especial, pues Óscar estará con nosotros. Después nos iremos todos a celebrarlo como se merece», aseguró Fernández mientras esperaba a que su primo saliese de la cárcel.
«Se fía de todos y eso le trae problemas»
Más que festivo, el clima que ayer se respiraba en Montgat era de alivio. Sus compañeros del autolavado «sufrían por él», como dice Juan José. En una de las cartas que les mandó a sus compañeros, les dijo «que está deseando volver a trabajar con nosotros. Y lo esperamos con entusiasmo», añade. «Es muy bonachón, tanto, que siempre se ha fiado de todo el mundo y eso le ha traído problemas», dice mientras Alberto, otro de sus compañeros recuerda uno de los momentos más tristes: «Cuando nos dijo que había pensado en quitarse la vida». Ahora, todos lo esperan en el bar que regenta María Corro, donde le aguarda una fiesta de bienvenida. «Nunca tiramos la toalla», dice María.
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