Sevilla

Las listas para las elecciones abren grietas en el PSOE

El candidato no logra la aprobación unánime del Comité Federal 

Zapatero y Rubalcaba saludan ayer a su llegada al Comité Federal
Zapatero y Rubalcaba saludan ayer a su llegada al Comité Federallarazon

MADRID- A Rubalcaba se le revuelve el patio. La elaboración de las candidaturas al Congreso y el Senado ha abierto las primeras grietas en el PSOE a cuenta de que la dirección federal decidiera modificar algunas de las candidaturas que llegaron a Ferraz con la aprobación de los comités provinciales, en unos casos para incluir mujeres de cabeza de lista y en otros para situar en puestos de salida a personas de la confianza del «aparato». Nada comparado con lo que se avecina si el 20-N la derrota adquiere dimensión de catástrofe.

De momento ayer, el Comité Federal aprobó las candidaturas, pero sin unanimidad. No ocurría algo así desde hace lustros y, desde luego, nunca ocurrió desde que en 2000 Zapatero fue elegido secretario general. Es lo que tiene la política: en las victorias, todo se amalgama; ante las derrotas, división interna. Así que en el máximo órgano entre congresos del PSOE que votaba ayer las candidaturas que acompañarán a Rubalcaba el 20-N, se registraron 173 votos a favor y 14 abstenciones, entre ellas las de los representantes de Izquierda Socialista (IS) y de parte del PSM, incluido su secretario general, Tomás Gómez. El motivo: la decisión de Ferraz de relegar a los representantes de la única corriente de opinión del partido para colocar en el puesto 11 de Madrid al diputado Pedro Sánchez, miembro del Comité Electoral y hombre de confianza de José Blanco, que en la propuesta del PSM iba en el número 14. La maniobra desplazaba a José Antonio Barrio de Penagos, portavoz de IS, al número 13, por lo que éste decidió renunciar y salirse de la candidatura por una cuestión de «dignidad política». Añadió también que el PSOE no tenía voluntad política de integrar a su corriente, algo que no ocurría desde 2000 cuando Almunia decidió excluir de las listas a Antonio García Santesmases.

Durante la reunión a puerta cerrada, el vicesecretario general, José Blanco, se vio obligado a tomar la palabra para recordar que Barrio fue en 2008 en el puesto 18 y que ahora había decicido libremente rechazar el 13. Antes, Tomás Gómez, secretario general del PSM, había defendido con rotundidad la necesidad de que IS estuviese presente en el Congreso. Lo mismo harían Matilde Fernández y otro miembro de la corriente, José Antonio Pérez Tapias, diputado por Granada en la última legislatura que también ha renunciado a ir en la lista de Granada ante el puesto que le ofrecían. Gómez recordó que la candidatura había sido previamente negociada con Ferraz, y que fue aprobada por unanimidad en el Comité Regional madrileño. Todos los argumentos fueron baldíos. También los que veteranos como Txiqui Benegas y Matilde Fernández desplegaron para protestar por la asuencia en las listas del histórico portavoz presupuestario en el Congreso, Francisco Fernández Marugán, o la portavoz de Economía, Marta Gasón. Francisco Fuentes tomó la palabra por Extremadura, para defender que en las listas de Badajoz se abra una nuva etapa, después de 20 años de Marugán.

La sevillana Carmen Hermosín, también hizo una encendida defensa de su compañero Marugán, pero se mostró de acuerdo en que es momento de renovación en muchos sitios, lo que ella misma facilitó dando un paso atrás y renunciando a ir de nuevo en la lista de Sevilla.
La dirección federal se da en todo caso por satisfecha tras la aprobación de las listas, ya que pone en valor que no hubiera votos en contra y que se haya renovado la «plantilla» en un 75 por ciento . Rubalcaba de todo esto no dijo ni una palabra en su discurso posterior, ya en abierto a los medios. Sólo animó a los aspirantes a diputados a ganar la confianza de los ciudadanos.
 

 

El rebelde de siempre
El secretario general de los socialistas de Madrid logró obtener ayer a golpe de polémica el protagonismo que no le había dado su partido. Una vez más, Tomás Gómez tiró de la rebeldía que tan bien le funcionó en las Primarias contra Trinidad Jiménez para hacerse notar en el Comité Federal del PSOE. Gómez y trece representantes de la corriente Izquierda Socialista y del PSM impidieron que las candidaturas al Congreso y al Senado del partido se aprobaran por unanimidad al abstenerse en la votación.