Barcelona
Las tiendas del centro de Barcelona quieren abrir domingos y festivos
El precedente madrileño de liberalizar los horarios de las tiendas, las 24 horas de los 365 días del año, ha vuelto a abrir el debate en Cataluña. Y, como de costumbre, el sector está dividido. Ayer, el presidente del eje comercial Barna Centre, asociación que agrupa a las tiendas de la zona más comercial del barrio Gótico, reclamó poder abrir domingos y festivos
Barcelona- El debate, pues, está servido. De un lado, los que defienden que la liberalización puede ser un buen arma par luchar contra la crisis y crear empleo. Del otro, los que señalan que esta medida rompería el equilibrio entre los pequeños y medianos comerciantes con las grandes cadenas y pondría en peligro el comercio de proximidad característico de Cataluña. La Generalitat, no obstante, no parece estar por la labor. El director general de Comercio de la administración catalana, Josep Maria Recasens, señaló hace dos semanas que «72 horas a la semana repartidas en un máximo de 12 horas al día y un máximo de ocho festivos anuales de apertura son más que suficientes para atender a las demandas y las necesidades de compra de los consumidores». «Lo único que comporta para las pequeñas empresas comerciales abrir los domingos es un incremento de costes que no podrán soportar», añadió.
Estudio en profundidad
Cottet, sin embargo, aboga por hacer un estudio con profundidad que, en su opinión, demostraría que los comercios del centro ganarían dinero en domingos y festivos.
«No podemos impedir que la economía crezca», reclamó en declaraciones a Ep. De hecho, el presidente de Barna Centre reveló que ha hablado de ello con el nuevo alcalde de la capital catalana, Xavier Trias, y la Generalitat, pero que para poder llevar a cabo la liberalización de horarios se necesitan cambios legislativos. La ley actual prevé que un municipio pueda pedir a la Generalitat ser declarado municipio turístico para tener el permiso para abrir en domingo, pero no un determinado eje comercial.
Barcelona «tiene que hacer como Madrid y París», puesto que los centros históricos es donde los turistas hacen más gasto, señaló Cottet. El alcalde Trias, por su parte, certificó en el pleno municipal del viernes que está rotundamente en contra de liberalizar los horarios comerciales, si bien abrió la puerta a medidas «muy puntuales» que plantee la Fundació Barcelona Comerç o el Consell de Gremis, aunque no aclaró cuáles.
Esta reclamación choca, además de con la Generalitat, con las otras entidades de mayor calado en Cataluña como el Consell de Gremis de Comerç, Serveis i Turisme de Barcelona. El secretario general de esta organización, Miguel Angel Fraile, sostiene que los cambios legislativos que propone Cottet supondría «cambiar el modelo de ciudad» porque también implicaría aumentar los agentes de Guardia Urbana que trabajan en festivo, transporte público y otros servicios.
«Barcelona no es Lloret»
Según el presidente del Consell de Gremis, pese a entender las reivindicaciones de Barna Centre, «no por abrir más horas la gente gastará más o se generarán más empleo. Barcelona no es una ciudad que viva básicamente del turismo, como Lloret o Salou». Fraile, además, apuntó que se trata de una polémica interesada por la cercanía de las elecciones que sólo beneficia a algunos operadores turísticos, cruceristas y agrandes superficies que no tienen en cuenta el modelo comercial.
Dos modelos comerciales diferentes
-Madrid y Cataluña presentan regulaciones comerciales muy diferentes. Mientras Madrid se plantea libertad horaria y existen 25 festivos anuales de apertura comercial; en Cataluña se reducen a ocho, y los comercios sólo pueden abrir al público 72 horas semanales, de lunes a sábado, de 7 de la mañana a diez de la noche.
-Hasta agosto, la actividad comercial ha ido peor en la comunidad catalana que en la madrileña, con descensos medios del 5,8 por ciento y del 4,67 por ciento, respectivamente.
Madrid quiere aprobar la liberalización de los horarios antes de 2012
El Gobierno de Madrid confía en aprobar antes de que acabe el año una norma que permite una libertad total para abrir las 24 horas de los 365 días del año en todas las tiendas que tengan hasta 750 metros. La medida ya ha generado numerosas opiniones confrontadas. Las grandes superficies respaldan el anteproyecto de ley, pero los pequeños empresarios la rechazan. Además, les dejará abrir sin licencia pero con una «declaración responsable». La futura normativa prevé la liberalización del mediano comercio y, además, la apertura de los comercios especializados en muebles, bricolaje, vehículos, juguetes, artículos deportivos y de construcción todos los días festivos. La Comunidad cree que con esta iniciativa «tendrán libertad de horarios la práctica totalidad de los comercios madrileños», lo que, a su juicio, «beneficiará al consumidor, que tendrá más libertad comercial, y al empleo».
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