China

Atención distraída

La Razón
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Ayer decíamos que la primera mitad de la semana iba a estar marcada por los resultados bancarios al otro lado del Atlántico, pero no contamos con China. El Ibex estuvo apenas media hora por encima de los 11.000 puntos y el movimiento del gigante asiático dejó para otra sesión el asalto a este nuevo nivel redondo. La economía asiática parece querer distraer de esta forma la atención de los inversores, centrados en la batalla de divisas, ante la próxima reunión de jefes de Estado en el G-20. La peor parte se la llevó el euro, que de estar luchando por mantener el soporte de 1,40 dólares se desplomó hasta el nivel de 1,37 «billetes verdes» en el mercado. Los minoristas encontraron así su excusa perfecta para tomar parte de los beneficios de una importante racha alcista. Por suerte, la sangre no llegó al río.