Grupos
Los miserables
Antes lo veíamos en las películas y creíamos que era cosa de ficción. Luego viajábamos y nos dábamos cuenta de que era cierto: los indigentes buscaban comida en los contenedores de basura.
Ahora lo tenemos muy cerca, en nuestras ciudades, y no en los suburbios precisamente, sino en calles céntricas, en las basuras de supermercados y centros comerciales, donde se depositan los alimentos caducados, esos que ya rechaza el consumidor pero que sirven para quienes no tienen dinero para comprarlo. Son ya cinco millones de parados los que se esparcen por nuestra geografía, aunque gran parte de los «sin trabajo» andaluces no cuentan, ya se sabe que cobran por detrás y que el Gobierno socialista les unta para que callen y voten. Son muchos años ya con el mismo sistema, y ahí siguen. Pero los que de verdad se ven afectados por el desempleo y la crisis, por la escasez de dinero, recurren a la comida caducada que se desecha cada día en los mercados, a lo que sobra, a lo que ya no se vende. Es un nuevo perfil de gentes que no llegan a fin de mes y se ven obligados a rebuscar en los contenedores para subsistir. Y no creamos que su aspecto es el del mendigo del cine, roto, sucio y barbudo, no: son como usted o como yo, pero se ven al límite y hacen lo que pueden, porque a muchos les da vergüenza ir a un comedor social y prefieren el asalto a los restos de los mercados, antes de que pase el camión de la basura. Son los nuevos miserables, los nuevos indigentes. Otros desperdician alrededor del 20% de la comida que compran. ¡Qué desproporción, Dios mío!
✕
Accede a tu cuenta para comentar